La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, dijo el lunes que “no existen motivos” para sospechar que hubo sobornos en la elección de su país como sede de la Copa del Mundo FIFA 2014.
Sus declaraciones emergen en medio de las denuncias de corrupción por el pago de sobornos en la elección de Francia y Sudáfrica como sedes de la Copa del Mundo de 1998 y 2010, respectivamente. Los informes de prensa también señalan que Alemania habría vendido armas a Arabia Saudita para garantizar que vote a su favor en la elección de la sede para 2006.
“No existen motivos para impulsar una investigación de corrupción en relación con la elección de la sede de la Copa del Mundo 2014”, dijo Rousseff a France 24. Los comentarios de Rousseff aparecen casi dos semanas después de que siete funcionarios de la FIFA fueran arrestados por cargos de corrupción en el marco de una acusación de los Estados Unidos contra 14 personas.
Entre los detenidos, está el expresidente de la Confederación de fútbol brasileña Jose Maria Marin.
Por otro lado, fiscales brasileños están investigando las denuncias de tráfico de influencias en el ámbito local. Una investigación del Congreso liderada por el futbolista retirado y ahora senador Romario también está en marcha.
Hasta el momento, las líneas de investigación se centran en las acusaciones contra las autoridades brasileñas que supuestamente aceptaron sobornos para contratar la marca patrocinadora de la selección nacional y para comercializar los derechos de la Copa do Brasil.
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