El profesor Alfonso Méndiz nos cuenta que la empresa de cámaras de seguridad Vizer ha lanzado una campaña publicitaria que ha sido un auténtico éxito en Internet: más de 10 millones de descargas en Youtube y más de 100 millones de referencias en Facebook.
La historia que encierra el anuncio –un maravilloso ejemplo de “story telling”– es conmovedora. Un mendigo duerme cada noche en la puerta de un pequeño comercio, y cada mañana es arrojado por el dueño de forma áspera y violenta: le grita, le da golpes y patadas, le arroja un cubo de agua fría… Algunos desperfectos y malos olores que percibe en el portal le llevan a suponer que el mendigo está afeando la imagen exterior de su tienda, por lo que se siente justificado para mantener esa actitud beligerante. El espectador, mientras tanto, se identifica con el personaje de la anciana, que observa esas escenas y desaprueba tímidamente ese comportamiento.
Un día el pordiosero desaparece, y el responsable se da cuenta de que las pintadas y los desperfectos no eran obra del mendigo. Pasan los días, y una cierta inquietud se apodera de su espíritu. Empieza a sospechar que no le juzgó acertadamente, que incluso le debe algo que no sabe bien qué es. Entonces recuerda las cámaras de seguridad que ha instalado en frente de su tienda, y decide revisar las cintas para investigar qué es lo que ha pasado.
El momento más conmovedor del anuncio llega, con las imágenes de esas cámaras que muestran la dura realidad que ha estado oculta a sus ojos. El desenlace supone un golpe fuerte y dramático para el dueño del comercio, y deja abierta la puerta a una reflexión personal del espectador. Sobre todo, cierra una historia, perfectamente relacionada con el negocio de la marca: la vigilancia y la seguridad.
Este acertado ejercicio de “story telling” termina con un eslogan que invita a la humildad y a la ponderación en nuestros juicios: “Hay mucha más verdad de la que tú puedes ver”. Justo lo que necesita oír el público potencial de esta marca.
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