Los bancos internacionales consideran que va a producirse un deterioro de la economía española si sube al poder Podemos. Es lógico que lo piensen, ya que, entre otras cosas, sus desproporcionados beneficios podrían estar en peligro. Porque el control que las grandes corporaciones, multinacionales, y, en general, el neocapitalismo actual ejerce sobre la economía no es algo que impulse la igualdad y la justicia social, etc.
El rechazo del programa político de Podemos a la política de austeridad en España es, perfectamente, entendible. Ya que la austeridad supone subida de impuestos y reducción del gasto. Y esta política no es adecuada para el bienestar económico de los ciudadanos con menos recursos. La austeridad fiscal y la devaluación salarial no sirven para la recuperación económica de nuestro país, según afirman diversos economistas.
De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha pedido hace poco flexibilizar los objetivos de reducción de los déficits públicos de los países de la eurozona. Habría que potenciar, por tanto, la inversión pública para crear empleo.
Una política de recortes no es lo que necesita nuestro país. No se debe seguir recortando en la sanidad, la educación, la dependencia, etc. Dedicar más dinero público a la investigación, también es imprescindible para el desarrollo y la innovación. El crecimiento económico es la llave del bienestar, se logra con una lucha mucho más eficiente contra el fraude a Hacienda, y con otras medidas de racionalización del gasto y de los ingresos del Estado. Es una de las formas de reducir la desigualdad.
El manifiesto de Podemos contra la política de austeridad ha sido firmado por 177 economistas, profesores universitarios, etc. Entre ellos Thomas Piketty, James Galbraith, Robert Pollin, Amit Bandhuri y María Subirats, Hasta Obama aplica políticas menos restrictivas con el gasto público, porque está bien asesorado, y hace caso a las indicaciones de sus asesores económicos. Y el presidente de Estados Unidos es un ejemplo, en este aspecto de su política, para otros líderes políticos.
Que Iglesias afirme que “De la recesión se sale con políticas fiscales expansivas” no es una afirmación sin fundamento teórico. Su propuesta de aumentar hasta 60.000 millones de euros más en gasto público me parece muy apropiada, si se tiene en cuenta la situación microeconómica del país.
En lo relativo a las inversiones empresariales en España, si pueden ser afectadas negativamente, por la fragmentación del resultado electoral del 26 de junio, es algo discutible, y que, en todo caso, no puede ser resuelto, porque el mapa electoral que aparezca ante nosotros será el decidido por los votos de los ciudadanos. El conjunto de la población española debe vivir en un Estado del Bienestar que merezca, realmente, tal nombre. Y, si no se aumenta, considerablemente, el gasto público para compensar los desequilibrios y desigualdades económicas injustas y arbitrarias, no se logrará una sociedad más equitativa.
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