El pasado 25 de marzo del 2015, la ciudad de Encarnación, Paraguay, conmemoro los 400 años de su fundación. Dicha ciudad cosmopolita se creó el 25 de marzo del 1615 cuando su fundador San Roque González de Santa Cruz levanto una cruz congregando a los indígenas en la presencia del Cacique “Itapúa” en el día de la “Encarnación”. Siglos después, el territorio en donde está ubicada Encarnación se llamara departamento de Itapúa. En los inicios de 1700, Itapúa, juntos con otros pueblos de indígenas de las Misiones, pasaron a formar un gobierno independiente tanto de Asunción como de Buenos Aires.
Los Primeros Años
En 1703, Encarnación tenía grandes problemas de inundación y pésimo desarrollo económico, su población alcanzaba casi 5000 habitantes. La organización urbanística de la ciudad era una repetición del modelo de otros pueblos jesuitas: la calle de entrada tenia conexión con la plaza principal, la cual tenía una cruz en cada esquina. Según las fuentes históricas, en sus laterales había las casas de los indios y el templo dibujado como un coloso de tres naves y siete puertas grandes. La parte interior del edificio estaba pintado a mano con profusos rebordes dorados y varios espejos. Dicha reducción fue entregada a los administradores franciscanos en consecuencia de la expulsión de los españoles en el 1768. Después de quince años la provincia del Paraguay y el resto de la población estaba en ruinas y vivían solo 1400 habitantes. Hasta en el 1810 Bernardo de Velasco fue gobernador de las Misiones y del Paraguay. Cuando ocurrió la revolución porteña, el gobernador Velasco y el Cabildo de Asunción niegan su reconocimiento al poder de Buenos Aires mientras mantuvo la vigilancia bloqueando el rio y asegurando la integridad territorial de su provincia, llegando hasta las costas del Paraná en el paso de Candelaria e Itapúa. Años después la gobernación de las Misiones desapareció y el Paraguay asimilo los trece pueblos comprendidos dentro de sus límites. Fulgencio Yegros, comandante de las Fuerzas Militares en el sur de la Provincia, enviado por el gobernador Velasco, se encontraba en Itapúa mientas la gesta libertadora del Paraguay estaba tomando forma en mayo del 1811. Su misión era de mantener en alerta a los pueblos de las misiones con sus armas y caballos para liderar una posible defensa en contra el ejército de Manuel Belgrano.
En diciembre del 1810, las fuerzas armadas de Belgrano, superiores en números se enfrentaron con la pequeña guardia del Paraguay en el puerto del Campichuelo, con intenciones de marchar hacia Asunción, dejando una parte de soldados en Itapúa. En la batalla de Cerro Porteño en Paraguarí y en Tacuary, en las Misiones, Belgrano finalmente se rinde y su ejército capitula. Entro de unos pocos meses, Itapúa representaba la frontera sur del Paraguay.
El Gobierno de Dr. Francia y Encarnación
En los años 1820-1840, bajo la administración del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia la ciudad de Encarnación y todo Itapúa se convirtieron en la puerta de entrada al Paraguay dando un enfoque especial a las relaciones comerciales con los Portugueses, mientras desaparecieron las huellas de una ciudad religiosa en donde vivían los sacerdotes. Los religiosos fueron disueltos en 1824 por el Dr. Francia. Encarnación seguía con una precaria infraestructura, pero su organización urbana era un puerto de frontera con sus vicios y sonidos de varios idiomas. En el 1838 la gran peste de garrapatas obligo al Dr. Francia de sacrificar miles de cabezas de ganado en las estancias del estado. El comercio con las provincias vecinas y la exportación de yerba mate fue fundamental para el inevitable desarrollo infraestructural de esta pequeña ciudad en la costa del Rio Paraná.
La Presidencia de Carlos Antonio López
En 1843 se ordeno la suspensión de los pueblos de indios y se inicio la vida de la ciudad de Encarnación y Carmen del Paraná, los cuales empezaron desde el cero. Las tierras comunales indígenas pasaron al dominio del estado paraguayo, y los nativos pasarían a convertirse en la mano de obra necesaria para los yerbales y la ganadería. Los primeros diez años fueron muy difíciles en la nueva ciudad mientras grupos nativos se agrupaban y se resistían a la supresión de su pueblo y su historia.
López no esperaba que la situación se calmara en Itapúa. El comercio y sobre todo los límites debían ser siempre asegurados. La construcción de Villa Encarnación tenía como base el desarrollo de una ciudad militar, siendo el resguardo de la independencia y la primera línea de defensa para el Paraguay independiente. Los nativos se encargaron de las obras del nuevo pueblo, las refacciones del templo, un resguardo de piedra, los puestos de chasque y mantenimiento de las estancias.
La Guerra Contra la Triple Alianza
En los inicios de la guerra del 1865-1870 Villa Encarnación contaba con aproximadamente dos mil habitantes. Durante la guerra, Encarnación pasó lo mismo que todo el Paraguay, debió renacer de las cenizas de la guerra grande. Al término del conflicto armado, la población rondaba las 500 personas, la mayoría eran mujeres. En la ciudad, durante la guerra se enrollaron todos los varones entre 18 hasta 60 anos, mientras las mujeres brindaron apoyo en preparar dulces, hilando vestimentas, enviando cigarros y trabajado en la chacra. La guerra obligo a las familias de Encarnación en dejar sus casas y campos y mudarse en la cordillera. Dos años después de la guerra, hombres, mujeres y niños retornaron a las tierras de Encarnación, mientras la centenaria ciudad se enfrentaba con la desolación, abandono y la pobreza. Entre los años 1874 – 1884, la Villa Encarnación designo un maestro de escuela, se instauro la comandancia militar, la municipalidad y la Aduana. La vida se desarrollaba mas en el puerto y mucho menos en la loma, mientras quedaban atrás los restos de la reducción de Itapúa en la zona alta, el magnífico templo jesuítico que había sido demolido por Don Carlos A. López siendo en un estado insalvable. Según la historiadora Ana Barreto, “la actividad comercial y social se desarrollo en la zona baja. La oportunidad de comercio hacia de Encarnación un lugar atractivo para un pequeño capitalista. Casas nuevas, lujosas y modernas, el movimiento y el día a día hacían de esta ciudad dos realidades bien marcadas. Podríamos pensar hoy que ambas, la tranquilidad de la zona alta se complementaba con el bullicio de la zona baja.”
Las obras públicas transforman la ciudad de Encarnación
La avenida costanera, inaugurada oficialmente en el 2012, es una de las responsables de la transformación más importante de Encarnación, el corredor de 27 kilómetros está habilitado al público y atrae miles de turistas cada año. Las tres playas, San José, Mbói Ka’e y Pacu Cuá han convertido la ciudad sureña en la capital del verano paraguayo. Encarnación, en los últimos años ha auspiciado más de un millón de turistas del Paraguay y de los países vecinos. La capital de Itapúa cuenta con restaurantes, hoteles y servicios para atender a los miles de visitantes. En los últimos años el turismo genero más de USD 30 millones por temporada. Desde el octubre del 2014, en Encarnación el tren vuelve a circular 25 años después del último corrido del tren a vapor. Este tren eléctrico circula entre Encarnación y Posadas, Argentina, cruzando por el puente de San Roque González de Santa Cruz. El tren tiene dos vagones con capacidad de llevar 150 pasajeros cada uno. Dicho proyecto de transporte público brinda la posibilidad de cruzar la frontera en solo 15 minutos, con una velocidad promedia de 50 kilómetros por hora. Según los datos más recientes el tren supera cada día sus propios records, el promedio de pasajeros que utiliza el tren esta sobrepasando los ocho mil por día.
Cuando el número llega a los diez mil, se tendrá que buscar una alternativa de soporte y ver la posibilidad de ampliar los corredores. Dicho servicio del ferrocarril que cruza la frontera señala el crecimiento constante de la ciudad, el crecimiento económico del departamento de Itapúa. En su 400 aniversario de fundación, Encarnación está volviendo cada vez más una ciudad más atractiva, polo turístico de América Latina y competiendo dignamente con grandes ciudades de la región.
Los comentarios están cerrados.