Dos negociadores, uno de Chipre Turco y el otro de Chipre Griego, visitaron el día 27 de febrero las ciudades capitales de las potencias garantes, Turquía y Grecia, para mantener reuniones en torno a las recientes conversaciones sobre reunificación.
Las partes decidieron mantener los encuentros recíprocos de negociadores en las capitales, en forma paralela a las conversaciones en la isla.
El negociador Andreas Mavroyiannis, y otros dos integrantes del equipo negociador por el lado greco-chipriota, mantuvieron una conversación con Feridun Sinirlioğlu, el subsecretario del Ministerio del Exterior, mientras que, simultáneamente en Atenas, Kudret Özersay, el negociador turco-chipriota, mantuvo reuniones con el secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores griego. Mavroyiannis se retiró de Ankara el 28 de febrero.
El encuentro tuvo “un comienzo positivo”, dijo un diplomático turco, familiarizado con las negociaciones, haciendo notar particularmente que la “influencia de esos encuentros mutuos es importante”.
Los encuentros paralelos fueron clave para que cobraran impulso las conversaciones de Chipre, que apuntan a una reunificación de la isla, de acuerdo con el diplomático.
Previamente a los encuentros, el lado greco-chipriota expresó su voluntad de hacer avanzar una propuesta para transferir la ciudad cerrada de Varosha (Maraş) a las Naciones Unidas. Varosha había sido el distrito de lujo de Famagusta, clausurado desde que Turquía intervino en 1974. El lado greco-chipriota ha estado desarrollando la idea como parte de un movimiento paralelo hacia medidas que construyan la confianza, para así ayudar a que las conversaciones avancen, mientras que el lado turco insiste que la ciudad fantasma, rodeada de vallas, sea parte de las negociaciones.
El tema de Varosha solo puede ser parte de un acuerdo completo en la isla, dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores turco. El tema ha sido planteado con anterioridad varias veces y conlleva que los turcos devuelvan Varosha, el suburbio de Famagusta, a los greco-chipriotas, a cambio de algunos ofrecimientos de los greco-chipriotas a los turco-chipriotas, destinados a crear confianza.
Mientras tanto, algunos países miembros de la Unión Europea plantearon la idea de que por lo menos se podría enviar un equipo de las Naciones Unidas a Varosha para llevar a cabo un reconocimiento, como un paso preparatorio para una futura apertura de la ciudad.
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