La policía de México capturó el viernes a uno de los más buscados capos de la droga, Servando “La Tuta” Gómez Martínez, cabeza del temido cartel de narcotráfico los Caballeros Templarios.

La Comisión de Seguridad Nacional (CSN) dijo que Gómez fue atrapado en una redada, temprano en la mañana, en su casa de Morelia, capital de Michoacán, el estado central de México que el cartel ha aterrorizado durante años.

Gómez, buscado bajo cargos de narcotráfico, homicidio, secuestro y extorsión, entre otros crímenes, fue arrestado junto con varios otros cómplices en un operativo que se llevó a cabo después de una investigación que insumió meses, dijo la CSN, agregando que no hubo disparos.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, acosado por numerosos escándalos de corrupción, y por una de las más horripilantes masacres de la historia moderna de México, celebró la captura vía Twitter. “Después de meses de investigación, ellos arrestaron hoy a Servando Gómez Martínez, supuesto líder de una red criminal” posteó él en línea.

El gobierno había estado ofreciendo unos 30 millones de pesos (un poco más de 2 millones de dólares estadounidenses) por el maestro convertido en cabecilla, quien era conocido también como “El Profe” una abreviatura de profesor.

A diferencia de otros barones de la droga mexicanos, Gómez era bastante mediático, daba entrevistas, hacía discursos públicos y bajaba videos sobre su propia persona en YouTube. El diario mexicano El Universal lo describió como “el más famoso YouTuber de los ‘Caballeros Templarios’.

En un video, Gómez le dijo a la multitud reunida en lo que parece ser un pequeño pueblo de Michoacán, que “nosotros somos un mal necesario y desafortunadamente, o afortunadamente, somos los que estamos aquí, porque si no, estaría otro grupo (criminal)”.

En una grabación reciente, el admitió haber encabezado un reino de terror en su estado de origen y dijo que lo lamentaba, pero también parecía que él se veía a sí mismo como una víctima de las circunstancias. En la grabación, él predijo que esta sería su última, porque las autoridades lo iban a capturar pronto.

Los Caballeros Templarios provocaron que un movimiento de resistencia ciudadana hiciera aquello que el gobierno local era incapaz o estaba reacio a hacer, es decir proteger a los residentes del cartel.