El Departamento de Estado de EE.UU. sostuvo el lunes que la abrupta renuncia de la embajadora estadounidense Nancy Powell a su cargo en Nueva Delhi “de ninguna manera está relacionada con alguna tensión o situaciones recientes” con la India, aunque su inminente partida, derivada del episodio de Khobragade había sido analizada en los círculos diplomáticos durante varias semanas.
“No hay una gran historia detrás de bambalinas aquí… Quiero disipar cualquier tipo de rumor que ande por allí, de que esto está relacionado con algo que no sea su largamente planeado retiro” dijo la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, en una sesión informativa cotidiana, eligiendo explícitamente la palabra retiro para describir la novedad, antes que detenerse en la renuncia que la embajadora envió a Obama. No hubo palabra alguna sobre el tema por parte de la Casa Blanca, al momento de escribir este informe.
El presidente nombra directamente a los embajadores estadounidenses, quienes comienzan a ocupar el cargo luego de la confirmación por parte del Senado. No tienen un límite de tiempo, ellos “sirven a gusto del presidente” y tradicionalmente deben presentar su renuncia al finalizar el término presidencial.
En este caso, Powell, que tiene 67 años y es “embajadora de carrera” alcanzó a servir un poco menos de dos años (ella fue confirmada por el Senado el 29 de marzo de 2012 y ocupó su cargo el 19 de abril).
Powell llegó a la India en abril de 2012, como la primera mujer en el cargo de embajadora de EEUU. en la India. Se esperaba mucho de ella en términos de fortalecimiento de los lazos bilaterales, algo que había sido definido por Obama como la relación definitoria del siglo XXI. Pero la relación, que se encontraba bajo el peso de altas expectativas, fue torpedeada por el incidente que involucró a la diplomática india Devyani Khobragade, a quien se le imputó en Nueva York el cargo de fraude de visado y falsa representación, en un episodio que los diplomáticos atribuyen a la torpeza burocrática y a un malentendido cultural. Se consideró que Powell, como encargada de la misión de EE.UU. en Nueva Delhi, era responsable de este fiasco.
Aunque el gobierno de la India no pidió directamente que ella fuera retirada, puso en claro que el hecho no quedaría sin consecuencias. Al tiempo que ella comenzaba a sentir que le hacán el vacío, fue creciendo en Washington la conciencia de que era mejor retirarla a tiempo para poner un nuevo enviado, a fin de que lidie con la esperada nueva actitud en Nueva Delhi, particularmente porque ella también se identificó con fanáticos del Departamento de Estado, que han insistido en seguir vetando el otorgamiento de una visa para la candidata a primera ministra Narendra Modi.
Sin embargo, algunos funcionarios del Departamento de Estado, sostuvieron que la salida de Powell fue un retiro de rutina, insistiendo que “aquí no hay un gran secreto en la oportunidad en que se dio”. La vocera Harf admitió, no obstante, que ella carecía de “un mayor conocimiento sobre por qué ella eligió hacerlo ahora” pero dijo que “no está para nada relacionado con algo que estuviera ocurriendo en la relación y no es indicio de ninguna realineación en la relación”.
Mientras que las habladurías en círculos diplomáticos eran que Washington quería restablecer la relación con una posible nueva conducción en Nueva Delhi, Harf sostuvo que “todos los rumores y especulaciones son, francamente, totalmente falsos. Esta es una asociación increíblemente clave que va a continuar bajo nuestro equipo allí y bajo cualquiera que sea nombrado como próximo embajador”.
Foto: Powell con el ex Ministro de Defensa, Leon Panetta
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