Si bien es indispensable partir de la presunción de inocencia, esto no significa que, tanto Chaves como Griñán, no tengan que ser procesados, y sentarse en el banquillo. Es evidente que existen numerosos indicios y pruebas, que aparecen en el sumario, y que justifican el procesamiento de ambos expresidentes. Se puede pensar que no se apropiaron de dinero, pero no de que no se enteraron de lo que pasaba con el fraude de los ERE. Y su deber como presidentes era hacer cumplir las leyes, y el ordenamiento legal vigente. Y esto ya es constitutivo de delito, si se prueba en el curso del juicio, aunque no se apropiaran de dinero público, cosa que también debe ser investigada. Por tanto, las lecciones de honestidad sobran.
El juez Álvaro Martín procesa también en el mismo auto a seis exconsejeros, y a otros 19 exaltos cargos. Imputa malversación de caudales públicos continuada a Griñán, delito que conlleva prisión, y considera que Chaves ha realizado prevaricación administrativa que no supone pena de cárcel, pero sí inhabilitación para cargo público.
La cantidad de dinero malversada supera los 850 millones de euros con los ERE. Que la juez Alaya haya dicho y escrito sobre Chaves y Griñán que ve imposible que desconocieran la trama de los ERE, es revelador. Ya que, al ser la instructora del sumario, investigó, muy profunda y minuciosamente, muchísimos documentos y datos, además de declaraciones, etc.
Pero es que también el juez Álvaro Martín acusa a Griñán de conocer los informes de la Intervención General de la Junta que advertían de que la Consejería de Empleo estaba otorgando ayudas de manera arbitraria.Se actuaba al margen de las leyes con total impunidad, desde el 2001 hasta el 2010. También argumenta la juez Alaya que los expresidentes sabían del “sistema ideado” y puesto en marcha, y que éste obedecía a una “directriz política”.
Por tanto, que Felipe González ponga la mano en el fuego, respecto a la inocencia y honestidad de ambos expresidentes, me parece una actitud lógica y natural, por razones políticas y de amistad, pero los datos y pruebas, en contra de los dos, son abrumadores.
Y en el ámbito judicial, lo determinante son los elementos probatorios. Si existen pruebas incontestables y definitivas, las simples declaraciones verbales de exculpación de los acusados son secundarias. Lo que vale son los hechos demostrados, y los documentos que prueban que tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo, y lo permitieron conscientemente. El que Chaves y Griñán hayan pedido la baja del PSOE es lo debido y es una buena actitud, por su parte. De esta forma, no perjudicarán, probablemente, al partido socialista.
Las prácticas corruptas deben desaparecer de la realidad política española. Los gobernantes son los primeros que tienen que cumplir estrictamente las leyes. El caso Pujol está saliendo estos días en los medios de comunicación, porque se está demostrando la culpabilidad por tráfico de influencias, comisiones ilegales, etc. Y, en algún caso, se está buscando un acuerdo entre las partes reconociendo los cargos.
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