El Presidente de Argentina, Mauricio Macri se presentó el miércoles en el Congreso para la apertura de sesiones ordinarias, ocasión en que brindó un discurso de comienzo mesurado, donde trazó las líneas fundamentales para este año y su gobierno, pero que lo terminó con un claro tono de campaña, de cara a las elecciones legislativas de octubre, donde el oficialismo apuesta a validar el triunfo de 2015 y acortarle terreno a la oposición.
En su mensaje de una hora Macri hizo hincapié en la lucha contra la pobreza, la educación, los retos económicos y la transparencia, y aunque no mencionó ni al kirchnerismo ni a la ex Presidenta Cristina Fernández, sí se refirió en varias ocasiones al pasado y a las dificultades a las que se enfrentó el gobierno.
“Superamos lo más difícil de esta transición y el país está cambiando: Argentina se está poniendo de pie”, aseguró el mandatario y destacó que ahora “hay menos relato y más verdad”, en clara referencia a las cifras económicas y sociales amañadas o incluso ocultas por los gobiernos K.
Aseguró que “mi principal preocupación y prioridad es reducir la pobreza. Espero que mi gobierno se evalúe por el éxito que tengamos en este objetivo”, junto con sostener que uno de cada tres argentinos viven en la pobreza o la exclusión total. Así, detalló algunos de los programas de su gestión, como el de jubilaciones, de asignaciones familiares y tarifas sociales. “No podemos permitir que haya 12 millones de argentinos viviendo en villas, sin agua ni servicios básicos”, dijo Macri.
El gobernante insistió que Argentina va a crecer en 2017 y seguirá creciendo en forma sostenida y la inflación, contra la cual su gobierno combate, está cada vez más bajo control. “La inflación es tóxica, destruye el salario de los trabajadores, dificulta ahorrar, paraliza la inversión y nos impide planear a largo plazo; los gobiernos anteriores la quisieron esconder, nosotros la enfrentamos y hoy está en un claro camino descendente”, afirmó.
Al referirse al tema de la educación apostó por llevar a cabo una revolución en el sector, “que a nuestro futuro le sobre crecimiento sin pobreza, desarrollo sin exclusión, maestros sin frustraciones”. Así, en medio del conflicto con los gremios de la educación por un aumento salarial que podría complicar el inicio del año escolar, dijo que “necesitamos docente formados, motivados y reconocidos, enseñen donde enseñen tienen que poder tener un salario digno”.
Subió el tono al hablar de la corrupción y la mencionó como responsable de tragedia ferroviaria que en febrero de 2012 dejó al menos 51 muertos. “La corrupción es un mal que envicia a lo político. Detrás de la corrupción hay familias sin cloacas y tragedias que se pudieron haber evitado como la de Once”, sentenció y afirmó que “hoy la obra pública dejó de ser un sinónimo de la corrupción”.
En respuesta a los cuestionamientos por los acuerdos entre el Estado y el Grupo Macri por el caso del Correo, y por el hecho de que este mismo miércoles Macri fue señalado por un fiscal por las presuntas irregularidades en la adjudicación de rutas de vuelos internos de Avianca, el gobernante explicó que le pidió a la Oficina Anticorrupción “que cree un mecanismo para separar mi actuación ante cualquier suspicacia por un potencial conflicto de intereses” y anunció dos decretos “sobre juicios y contrataciones para la prevención de conflictos de intereses”.
Destacó que en 2016 “dimos pasos concretos para garantizar la seguridad energética y mitigar el impacto en el cambio climático”, y atacó frontalmente al kirchnerismo sin mencionarlo al asegurar que “después de una década de despilfarro y corrupción, empezamos a normalizar el sector energético para que las familias, los comercios y las fábricas tengan energía cuando la necesitan”, en una cauta referencia al aumento de las tarifas.
En materia de relaciones exteriores dijo que el “Mercosur es mucho más que una plataforma comercial” y reivindicó su importancia estratégica para relacionarse con el resto del mundo.
El mandatario destacó la importancia para Argentina de “la alianza estratégica con Brasil” e incidió en que, durante su primer año mandato, se han resuelto “problemas pendientes” del bloque que integran junto a Uruguay y Paraguay (con Venezuela en suspensión de derechos desde diciembre pasado). Ello permite, según él, que el Mercosur empiece ahora a “pensar en los desafíos del futuro”.
Macri también hizo hincapié en el nuevo tono que adoptaron las relaciones internacionales y destacó que en 2016 Argentina recibió la visita de “decenas de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos cinco de los integrantes del G7”
Argentina es protagonista en el concierto mundial y es respetada por sus aciertos y virtudes y no más por sus defectos, enfatizó.
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