¿Es posible que mueran los “banners”?

Las cifras revelan que el 80% de los anuncios digitales son ignorados por los usuarios y que el 63% de los jóvenes del milenio utilizan los bloqueadores de anuncios para evitar la publicidad.

Sin embargo, en el año 2017 se espera que la inversión en publicidad nativa, en el medio Internet, sea de unos 5.000 millones de euros. Y con los anuncios nativos, los “banners” podrían tener una segunda oportunidad.

En los últimos 10 años la tecnología publicitaria ha logrado grandes avances, sobre todo en cuanto a la compra de medios y a la gestión de datos proporcionando nuevas formas de compra de espacios masivos. Además, las plataformas de gestión de datos han abierto la posibilidad de crear campañas dirigidas a públicos objetivo muy concretos gracias a la rapidez de los datos, en tiempo real.

Pero la creatividad no ha avanzado al mismo ritmo que la tecnología. No sirve invertir millones de euros en la compra de espacios utilizando las nuevas tecnologías de precisión si lo que llega al usuario es el mismo “banner”.

Las plataformas de creatividad programáticas tienen un potencial que va más allá de ofrecer archivos a los usuarios pues, brindan la oportunidad, a los creativos, de convertir las cajas de los “banners” en creatividad interactiva.

Lo que se busca es la utilidad, que reciban los usuarios a través de juegos, experiencias visuales, información útil o la interacción. Para lograrlo es necesario aprovechar datos de localización o hábitos de búsqueda que están cada vez más al alcance de todos.

El The New York Times en versión digital, ya ha apostado por este tipo de publicidad útil que no solo atrae la atención del que la ve sino que cumple las expectativas de los usuarios creando conciencia de marca.

Además, otra de las razones por la que los “banners” no llegarán a desaparecer del todo es porque los anuncios nativos no podrán reemplazarlos por completo pues, la mimetización que caracteriza a este tipo de contenidos hace que aumente la número de “clics” pero impone demasiadas barreras creativas que el “banner” es capaz de traspasar.