Los obispos católicos de Venezuela están acusando al gobierno de presidente Nicolás Maduro que trata de establecer un gobierno totalitario, luego de semanas de protestas y violencia en las calles, al tiempo que se acusa al gobierno de haber torturado manifestantes arrestados. La declaración de los obispos señaló que “la causa fundamental de la crisis que Venezuela está experimentando, es el intento del gobierno del presidente Nicolás Maduro para tratar de imponer el denominado ‘Plan de la Patria’, detrás del cual se encuentra la imposición de un gobierno totalitario.” En casi dos meses de protestas multitudinarias, especialmente de estudiantes universitarios, hubo 39 muertes, 550 heridos graves y más de 150 arrestos, atribuidos al conflicto. Titulada “Agentes de la paz y del destino democrático de Venezuela”, la declaración fue firmada por los obispos el 2 de abril. “La represión no es el camino” dijo la declaración de los obispos.
De acuerdo con un informe del servicio de noticias Fides, el arzobispo Diego Rafael Padrón Sánchez de Cumana, quien también ejerce como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, “se lamenta la polarización política que tuvo lugar en el país, tras una serie de manifestaciones estudiantiles antigubernamentales el pasado 4 de febrero, cuando se les sumaron inclusive grupos de la oposición para denunciar la inseguridad en el país, el 57% de inflación, el desabastecimiento de alimentos, la represión por parte de la Guardia Nacional, y la detención de opositores”. El documento de los obispos declaró: “Nosotros reafirmamos nuestro fuerte pedido que el gobierno desarme a los grupos civiles armados. Su acción coordinada, de acuerdo con ciertos patrones, demuestra que ellos no son grupos aislados o espontáneos, sino entrenados para intervenir en forma violenta. En muchos casos ellos han actuado con impunidad”.
“La fe cristiana requiere que todos los creyentes asuman la responsabilidad por el destino del país, que no se queden indiferentes, sino que se involucren en la defensa de la vida, los derechos humanos, la libertad y la democracia. Nadie que esté viviendo en Venezuela puede decir que no esté interesado o preocupado por la violencia y las muertes que están aconteciendo en las ciudades y otros lugares. Todos, sin excepción, son responsables por la libertad, la paz y el destino democrático de nuestro país”.
Los obispos expresaron el temor de que la crisis de Venezuela ’“es muy grave no solo a causa de su magnitud, e incluye diversas dimensiones de la vida nacional, pero también a causa de su duración, violencia, y desastrosas consecuencias para el presente y para nuestro futuro”. Ellos están convocando a todos los venezolanos, “independientemente de sus convicciones políticas”.
Los obispos denunciaron “las restricciones de las libertades civiles, y en particular: la de información y opinión; la ausencia de políticas públicas para enfrentar la falta de seguridad legal y pública; los ataques a la productividad nacional, que han llevado que nuestro país necesite importar todo tipo de mercaderías; la brutal represión del disenso político; y el intento de ‘pacificación’ o apaciguamiento por medio de amenazas, violencia verbal y represión física.”
Los obispos también denunciaron a los “infiltrados” que buscan propagar la confusión y desacreditar las protestas. Ellos también denunciaron el asesinato de civiles y de guardias nacionales durante las protestas, aludiendo a la condición sagrada de la vida humana. También rechazaron la “criminalización” de las protestas civiles y la negación de los derechos humanos por parte del gobierno. Señalando un camino para salir de la crisis, los obispos exhortaron al diálogo entre el gobierno y la sociedad civil. “Nosotros convocamos a todos los venezolanos”, escribieron los obispos, “especialmente a los líderes del gobierno y de la oposición, a que consideren la extrema gravedad del momento presente y prevengan cualquier futuro derramamiento de sangre y el hundimiento del país en la violencia”.
Hasta ahora, no hay indicación que la Santa Sede vaya a intervenir en la crisis, a pesar de los llamados de los obispos venezolanos. De acuerdo con los medios locales, los diplomáticos del Vaticano creen que el diálogo con el gobierno de Maduro es actualmente insostenible. Esto vino luego de que el presidente Maduro ridiculizara la propuesta de que intervenga el Vaticano, hecha por una delegación de ministros de Relaciones Exteriores sudamericanos.
Maduro dijo: “El Secretario de Estado, el canciller del Vaticano Pietro Parolin, puede venir, seguro que puede venir. Pobre hombre, ellos le harán perder su tiempo. Yo estoy de acuerdo. ¿Ustedes quieren que venga? Déjenlo venir”. Maduro no ha tratado el tema con el arzobispo Aldo Giordano, el nuncio del Vaticano en Caracas.
La dividida oposición de Venezuela se opone actualmente al diálogo con Maduro. De acuerdo con la oposición, una cantidad de manifestantes han sido muertos supuestamente por grupos civiles armados, que están supuestamente dirigidos por la policía. Jesús Colina, un redactor de Alfa y Omega, escribió que “cuando la información acerca de vidas humanas que han muerto violentamente ha sido considerada de esta manera, pensar en una mediación por parte de la mano derecha del papa Francisco parece loco. Sin embargo, ni el papa Francisco, ni el cardenal Parolín estarán ausentes en el momento que aparezcan conversaciones serias acerca de la paz.”
Un vocero del gobierno dijo esta semana que por lo menos 39 personas han sido muertas en dos meses de protestas. Entre ellos había una mujer embarazada, que murió durante una protesta a fines de febrero. También, el gobierno ha arrestado a tres generales de la Fuerza Aérea supuestamente por estar planeando un golpe de estado.
El presidente Maduro no muestra señales de retroceder. En un artículo de opinión, publicado el 1de abril en el New York Times, Maduro escribió: “los manifestantes tienen una sola meta: el derrocamiento inconstitucional de un gobierno democráticamente electo. Líderes antigubernamentales han puesto esto en claro, cuando comenzaron la campaña en enero, prometiendo crear caos en las calles. Aquellos que tienen críticas legítimas de las condiciones económicas o de la tasa de crímenes, están siendo usados por lideres de la protesta que tienen intenciones violentas, antidemocráticas.” Más aún, Maduro dijo que los manifestantes son “directamente responsables” por la mitad de las muertes, incluyendo a seis guardias nacionales.
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