Para lograr el triunfo político es necesario que toda campaña cuente con una planeación estratégica con enfoque en el marketing político para poder diseñar los elementos fundamentales de la campaña. En este sentido, el profesor Rafael Reyes Arce profundiza en este tema a través de su trabajo titulado “La Planeación Estratégica en las contiendas electorales”, donde destaca que la necesidad de tener una planeación estratégica recae en el interés de evitar la incertidumbre, en otras palabras, ir a lo cierto mientras somos más eficientes y efectivos.
Estas reflexiones, nos permiten ver la campaña como la etapa de mayor intensidad en ese intercambio comunicacional entre los candidatos y/o autoridades con los ciudadanos. Una vez que tenemos claro significado e importancia de las campañas, conviene preguntarnos el valor o la utilidad de las campañas para caer en cuenta en que vienen a fortalecer la democracia que hoy vivimos, pues le permite a todos los candidatos ofertar su mejor versión a los ciudadanos y que sean estos últimos los que tomen la decisión sobre el voto.
Un aspecto importante de la planeación estratégica que debe tener toda campaña es precisamente asegurarnos que sabemos cuál es el segmento del electorado al cual le estamos hablando, por lo cual es fundamental construir un banco de datos con información valiosa sobre los votantes.
Esta información que es parte de un trabajo de inteligencia, debe ser usada por el comité de campaña para sacar el mayor provecho y que sus acciones estén sincronizadas con la estrategia para evitar improvisaciones. Es necesario que se redacte un documento breve y conciso con los objetivos basados en metas reales y que nos sirva de guía para alcanzar lo que nos hemos propuesto.
La estrategia general del proyecto de campaña debe ser el todo pero al mismo tiempo debe tener la flexibilidad necesaria para hacer los ajustes debido a los cambios que se presentan en el camino. Cuando una estrategia no está dando el resultado esperado debemos hacer el cambio cuanto antes, mientras más temprano de la campaña mejor, por tanto, se reitera que la estrategia general debe tener flexibilidad a estos cambios.
El modelo de planeación estratégica que el profesor Reyes Arce explica, integra un análisis del entorno que debe ser político, económico y social, así como una investigación de mercado que será cualitativa y cuantitativa. De la misma manera, está la necesidad de conocer las fortalezas y las debilidades del candidato y por último, en la definición de los objetivos estos deben ser reales.
Al llegar a este punto, ya nos encontramos preparados para trabajar en el mensaje, teniendo en cuenta la imagen del partido, la logística de la campana, publicidad, movilización y la prensa. El análisis del entorno nos permitirá conocer mejor al votante.
En ese sentido, tenemos que conocer las debilidades y fortalezas del candidato, un análisis FODA siempre es útil. El candidato no es perfecto, por lo tanto debemos conocer esas debilidades cuanto antes para tener nuestro plan de contingencia y poder prever y predecir escenarios, anticipar futuros.
Trabajar en el diseño del mensaje a partir de las necesidades de nuestro electorado después de haber hecho el estudio de entorno, nos permitirá articular nuestra agenda de temas para la campaña lo que a la postre se va a traducir en la etapa de posicionamiento del candidato, que será un trabajo de posicionamiento y aceptación popular. Este mensaje debe tener la fuerza suficiente para penetrar en el subconsciente del ciudadano y lograr que este pueda recordar al candidato incluso cuando duerme. Un mensaje coherente y bien elaborado más una imagen pública positiva, ciertamente facilitan el trabajo del equipo de campaña y colocará al candidato más cerca de la victoria.
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