Pedro Sánchez ha comenzado la negociación con Ciudadanos para ser investido con Albert Rivera. Y de la reunión entre estos dos líderes se deduce que existen posibles espacios de entendimiento, respecto a ciertas cuestiones políticas, que están en los programas de ambas formaciones. Si bien considerar que para que se constituya un gobierno fuerte y estable es necesario el acuerdo de tres partidos, como sostiene el líder de Ciudadanos, es un planteamiento que no tiene en cuenta que un pacto para la investidura entre PSOE, Podemos y otras fuerzas políticas es también posible.
Y en cualquier caso, en la acción de gobierno siempre se pueden buscar acuerdos sobre la marcha, en el propio desarrollo de la actividad parlamentaria y política de la nueva legislatura. La oposición radical entre Ciudadanos y Podemos o su desencuentro parece que no deja muchas opciones para la investidura de Pedro Sánchez.
Y, si a esto se añade, que Rivera propone al secretario general del PSOE que acuerde y negocie con Rajoy, algo a lo que, por lo visto hasta el momento, Sánchez no está dispuesto, las cosas se complican más.
El ambiente de negociación para formar gobierno parece, a priori, que es muy complejo. Todo dependerá de la capacidad negociadora de las comisiones de los partidos, y de la flexibilidad política de sus líderes.
Por ejemplo, IU ya ha propuesto a los socialistas su hoja de ruta con 16 medidas socioeconómicas. Y Cayo Lara insiste en buscar acuerdos para solucionar los problemas de los ciudadanos, independientemente, de los sillones.
Por otra parte, según el CIS, Podemos adelanta al PSOE en intención de voto. Algo que es significativo, y debería ser valorado también por Sánchez, de cara al proceso de negociación que ha comenzado. Porque todavía tiene que hablar con Pablo Iglesias. Y lo que dijo Pedro Sánchez estas pasadas semanas, respecto a un gobierno progresista con Podemos y otros partidos, está presente en la memoria de los votantes de ambas formaciones.
El plazo de tres semanas o un mes parece bastante amplio. Existen todavía demasiadas incertidumbres sobre los resultados de este proceso negociador. Una de las claves, en esta fase de negociación, y considerando los posibles acuerdos podría ser estar en disposición de calcular con el simulador de mayorías en el Pleno de investidura, en función de los apoyos previstos o de las abstenciones y ausencias. Ya que parece que Sánchez quiere ser presidente a toda costa, puesto que se verían muy reforzados políticamente, tanto él como el PSOE. De todos modos, parece que el apoyo de Podemos a la investidura de Sánchez no va a darse si pacta con Ciudadanos.Y cortar este nudo gordiano es difícil.
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