El viernes pasado el INE certificó una caída histórica del PIB de un 11%. Un batacazo motivado por la pandemia del coronavirus que ha sumido a no pocas empresas y familias en una difícil situación. El cierre de negocios, el aumento de las colas del hambre, la subida del paro (enero ha destruido 218.953 empleos)… Han sido algunas consecuencias. Sin embargo, recientemente hemos conocido un dato más: el impago de alquileres se ha disparado hasta un 270% en enero (respecto al mismo periodo del año anterior). Y, según apunta el comparador Acierto.com, se prevé que vaya a más.
La evolución de este problema ha ido de la mano de la pandemia y sus consecuencias económicas y laborales, y preocupa cada vez más a los propietarios de viviendas. Para que nos hagamos una idea, durante el estado de alarma, las incidencias por impago de alquiler aumentaron un 380%.
Sin embargo, al impago hay que sumarle dos factores más: a mediados del mes pasado el gobierno cambió el decreto antidesahucios para proteger a los inquilinos morosos. Y la semana pasada prorrogó hasta el final del estado de alarma la moratoria de los alquileres. Es decir, la opción de que los inquilinos pidan a sus arrendadores el aplazamiento temporal del pago del alquiler.
Unas medidas que, si bien buscan proteger a determinados colectivos, podrían afectar directamente a los propietarios, especialmente a los pequeños arrendadores, sobre todo si tenemos en cuenta que entre el 75% y el 90% de las viviendas en alquiler en España se encuentran en manos de particulares, cuya gran mayoría, según fuentes consultadas por Acierto.com, han alquilado el inmueble para pagar otra hipoteca o complementar su pensión.
En cualquier caso, no solo estamos hablando de propietarios de viviendas, sino también de comercios y locales de restauración. En definitiva los colectivos más azotados por la crisis actual.
Más allá de la pandemia: problemas con inquilinos
Sin embargo, y si comparamos la situación más allá de la pandemia, Acierto.com ha detectado varios puntos interesantes. El primero apunta a que el 40% de los arrendadores españoles ha tenido problemas con sus inquilinos alguna vez. El principal problema para el 22% son los destrozos materiales y desperfectos en el inmueble.
Por desgracia, todavía son muchos los que no saben cómo actuar en este tipo de situaciones. En el caso de los daños, por ejemplo, el 32% cree que los cubre el seguro del hogar, mientras que un 42% indica que le corresponde hacerlo a la plataforma de alquiler o a la inmobiliaria.
Crece la contratación de los seguros de impagos
Fruto de este contexto y según los datos que maneja Acierto.com, la contratación de seguros de protección de alquileres se ha duplicado, y el precio medio del alquiler con seguro de impago ha aumentado un 4,6% respecto del año pasado. Además parece que los propietarios optan por coberturas cada vez más completas y que les protejan durante más tiempo.
En términos generales, este tipo de productos protegen a los propietarios ante el impago durante un tiempo determinado y con determinadas condiciones. Eso sí, las entidades previamente realizan un estudio sobre la solvencia del inquilino. También incluyen otras garantías vinculadas a la defensa y protección de los intereses del arrendador. Lo que se hace en estos casos es que el propietario comunica a la aseguradora el impago y esta inicia los trámites oportunos.
Otras opciones para aquellos que no tienen un seguro específico en caso de problemas con los inquilinos es recurrir a la cobertura de defensa jurídica que incluyen muchos seguros de hogar. Y en el caso de daños a la vivienda, la póliza de la vivienda también puede contemplar los actos vandálicos como uno de los riesgos cubiertos.
Los comentarios están cerrados.