El Paraguay, actualmente gobernado por Mario Abdo Benítez (MAB), Luis Alberto Castiglioni (arquitecto del acuerdo entreguista entre Brasil y Paraguay para la compra de energía de Itaipú, Mayo 2019, mayor impulsor del deterioro de relaciones con el Estado de Israel y hombre peligroso), José Alberto Alderete (ex asalariado de Hugo Chávez Frías, y maestro en utilizar US$ 4.7 millones de fondos sociales de Itaipú para financiar la campaña proselitista de la ANR en 2007-2008; dueño de tierras con una superficie más grande que el lago y represa de Itaipú y, como argolla de nariz, es el suegro de Joshua Daniel Abreu Boss – Presidente de la Comisión Nacional de Valores y futuro Ministro de Hacienda); se encuentra en un momento peligroso de la implementación de políticas públicas, una etapa muy crítica en los últimos 30 años.
Cuando uno observa y analiza atentamente la concentración de poder en las manos de unos pocos políticos corruptos sátrapas asaltantes de las arcas del estado, podemos ver que esta situación se está tornando altamente peligrosa en desmedro de las instituciones democráticas del Paraguay, tales como el libre acceso a la información pública, la preservación de la transparencia y performance de las instituciones públicas, aspectos que siguen atentando y obstaculizando los programas de desarrollo agropecuario, lucha contra la pobreza, hambre y el crimen organizado a nivel nacional.
Como dice el Dr. Roberto Meza Cubilla: “Ñembyahýi ha yuhéi niko ikatu jajoko, jajejopyvaietereíramo katu, ñañoipytyvõmba, ñambohasa ñandepo ojupe. Tekojoja´ỹre katu jaiko asy, vy´a´ỹ ñande aho´i ha ndaipóri py´aguapy avei. Heta oĩ tapicha ohasa asýva ñaneretãme. Ko´áĝa hetavéntema oĩ heñymbyahýiva ñaneretã tuvichavekuépe. Ndaha´éi uvei upéva ko ivaivéva ñanderekovépe.” ¿Hasta cuándo seguirá sufriendo el Paraguay?
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