Si un partido político o algunos miembros del mismo han cometido delito deben ser juzgados y si son culpables condenados. Los delitos no deben quedar sin castigo o impunes de acuerdo con el ordenamiento legal vigente. Aunque exista también la presunción de inocencia debe haber las correspondientes investigaciones para depurar responsabilidades del tipo que sean.
Lo que no es correcto es que la dirección del PP reclame que se anule el juicio sobre la trama delictiva del caso Gürtel y que afirme que el partido Popular no es responsable de la misma. Porque es evidente que algunos dirigentes de Génova compartieron despachos con algunos de los encausados. Por tanto, por acción u omisión parece que es indudable que existe un considerable nivel de ocultamiento de las prácticas corruptas.
Y no basta con decir que los corruptos del PP ya están expulsados del partido, puesto que mientras estaban dentro de esta fuerza política malversaron fondos y desarrollaron actividades ilícitas que perjudican al país y a los ciudadanos españoles que son los depositarios de la soberanía nacional. Los políticos son representantes de los legítimos intereses de sus votantes y no pueden incumplir las leyes y pretender que no ha sucedido nada.
Es digno de reflexión que esta formación política se sienta en el banquillo como responsable civil subsidiaria a título lucrativo, lo que supone que aunque no tuviera conocimiento de la trama Gürtel, algo muy dudoso, se aprovechó de sus beneficios. Es difícilmente creíble que no estuviera informada de lo que pasaba entre otras razones, por el tráfico de influencias y de dinero, etc.
Si a todo esto añadimos que Granados sigue en prisión, porque parece ser que oculta una gran cantidad de dinero por el caso Púnica, indudablemente, la situación política del partido Popular está atravesando por malos momentos en lo relativo a la corrupción. Si sumamos también el alto nivel de corrupción descubierto en Valencia en algunos políticos populares parece increíble que se quiera negar una realidad incuestionable.
Y lo chocante es que, si hubiera unas terceras elecciones parece que el PP mejoraría los resultados electorales respecto a los últimos comicios celebrados. Algo que parece ilógico, si se tiene en consideración la corrupción que ha existido en esta formación política a lo largo de una serie de años. Y no le está pasando factura. Una gran parte de los ciudadanos sigue votando a este partido para evitar el bloqueo político y que se forme un gobierno estable y fuerte sin importarles la corrupción. Es legítimo hacer eso, pero desde mi punto de vista no me parece adecuado. Es como reconocer que robar y ser corrupto no debe ser penalizado en las urnas. Considero que se debería pensar más el voto a la hora de votar y tener más en cuenta si un partido está libre de la corrupción o no. No es una cuestión secundaria o menor, ya que ha sido muchísimo el dinero robado o malversado con la corrupción.
Vuelvo a insistir en la incoherencia democrática y política de la dirección del PP al pretender anular el proceso del caso Gürtel, lo que demuestra su falta de intención de reconocer la responsabilidad por la corrupción, según lo que digan las sentencias judiciales. Y estamos en un país en que los procesos judiciales se distinguen por las exquisitas garantías procesales de las que se benefician los acusados.
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