Con una votación de 219 a favor y 197 en contra, el aparato del Partido Republicano consiguió responder a las medidas del Presidente, que califican de “amnistía”, aunque el ala ultraconservadora hubiera preferido supeditar el proyecto a la aprobación de los presupuestos federales para presionar aún más a los demócratas.
La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó hoy el primer ataque legislativo para bloquear la acción ejecutiva migratoria que el presidente Barack Obama tomó hace un par de semanas, aunque el texto no tiene visos de llegar a buen puerto en el Senado, aún bajo control demócrata.
Con una votación de 219 a favor y 197 en contra, el aparato del Partido Republicano consiguió responder a las medidas del Presidente, que califican de “amnistía”, aunque el ala ultraconservadora hubiera preferido supeditar el proyecto a la aprobación de los presupuestos federales para presionar aún más a los demócratas.
El voto de la medida es sobre todo simbólico, ya que los demócratas todavía tienen la mayoría en la Cámara Alta, y aunque el texto prosperase allí, la Casa Blanca ya ha advertido que el Presidente vetará la ley si llega a su escritorio.
Sin embargo, la votación sobre este asunto permitirá desatascar al presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, el debate interno en su partido y presentar un proyecto de ley que financie la mayor parte del Gobierno federal hasta el próximo septiembre.
De esta manera, y si la propuesta de presupuesto de Boehner cuenta con el respaldo de algunos demócratas en el Senado, el Congreso evitaría que el Gobierno sufriera un cierre parcial de fondos como ocurrió el año pasado por la obstrucción republicana que intentaba eliminar los fondos destinados a la reforma sanitaria.
El plan de Boehner podrá avanzar al cumplir con los más críticos de su bancada contra las acciones ejecutivas del Presidente, de manera que votarán por una legislación que financie todas las agencias durante el año fiscal 2015 a excepción del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ejecutor de las medidas, que solo contaría con presupuesto hasta marzo.
Para entonces, los republicanos ya contarán con la mayoría en ambas cámaras y estarán en una mejor posición para actuar contra las acciones tomadas por el Presidente, que evitarán la deportación a unos 5 millones de indocumentados en los próximos tres años.
“En vez de poner la reforma migratoria bipartidista del Senado a votación para asegurar nuestras fronteras y arreglar nuestro roto sistema migratorio, los republicanos de la Cámara de Representantes votaron otra vez para deportar a los ‘soñadores’ y a sus familias”, dijo el líder de la mayoría demócrata de la Cámara Alta, Harry Reid, tras la votación.
“No pondré este proyecto de ley a votación en el Senado, ya que separa a las familias y no hace nada para abordar los problemas que enfrentamos”, agregó el líder demócrata.
Reid insistió en que la estrategia republicana “está siendo dictada por las voces más extremas de su partido” y, más allá de mantener las acciones ejecutivas del Presidente, el senador instó a los conservadores a dejar a un lado los “juegos partidistas” y centrarse en aprobar una reforma migratoria “permanente y con sentido común”.
El propio Obama, en un acto celebrado en Washington sobre la ampliación del acceso a la universidad entre los jóvenes, se refirió a la votación en la Cámara Baja e insistió en que para Estados Unidos “no tiene sentido expulsar el talento fuera del país”.
“El objetivo del proyecto de ley es claramente anular y bloquear la aplicación de estas acciones ejecutivas, lo que tendría consecuencias devastadoras”, afirmó en un comunicado la Casa Blanca.
“Esto conduciría a la separación de las familias y evitaría que más ‘soñadores’ contribuyan plenamente a la vida estadounidense”, agregó la Casa Blanca, advirtiendo que si la ley llega a manos del Presidente, este la vetará.
Ya antes del receso de verano, el ala ultraconservadora del Partido Republicano forzó votar por un proyecto similar que prolongó la estadía de los congresistas en Washington más de lo previsto y que, de entrada, no tenía ningún futuro de avanzar en el Senado.
La inmigración será con seguridad uno de los temas más espinosos y delicados durante los dos últimos años de mandato de Obama, mientras el Congreso, tras las elecciones del pasado noviembre, funcionará bajo órdenes de los republicanos, quienes, como han demostrado hoy, no coinciden en este punto con su Administración.
Fuente: Martí Noticias
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