Cientos de personas se reunieron en el mercado de Markale, en la capital de Bosnia, para conmemorar a los 67 civiles que murieron allí en un ataque que sucedió en el año 1994.

Los residentes de Sarajevo lloraron y colocaron ofrendas florales el pasado miércoles en el lugar de la masacre que se llevó a cabo hace 20 años cuando en el mercado explotó un obús de mortero cuyo resultado fueron 67 personas muertas y más de 140 herid0s.

Jasmina Prozorac, una de las personas que perdió a un ser amado el 5 de febrero de 1994 le dijo a BIRN que ella todavía puede recordar cada uno de los detalles del día en que falleció su esposo.

“El volvió del frente esa mañana alrededor de las siete… Estaba nervioso, presentía algo; me besó varias veces mientras estábamos tomando café”, dijo la Sra. Prozorac, agregando que su esposo luego se fue para el centro de la ciudad.

El mortero fue disparado cerca del mediodía desde un puesto en las montañas donde estaba el Cuerpo Romanía del Ejército de los Serbios en Bosnia-Sarajevo. La Sra. Prozorac dijo que ella supo lo que había pasado cuando vio en televisión las imágenes del ataque y el desastre causado.

“La crónica televisiva los mostraba [a los cuerpos] en los camiones, donde yacían como bolsas.  Realmente yo estaba paralizada por el miedo y la incertidumbre.  Y luego ví los guantes de mi esposo y su herramienta en la pantalla; y lo supe entonces; realmente uno lo siente” ella recordó.

“Mis dos cuñados fueron a identificarlo; el más joven no pude reconocerlo de inmediato…él había sido golpeado por el proyectil en las piernas dicen y se desangró…. Más tarde ví unas imágenes del hospital, lo estaban arrastrando, estaban sosteniéndolo debajo de los brazos, y había un enorme charco de sangre detrás de él” dijo la Sra. Prozorac.

Veinte años después de la masacre solamente han condenado a una sola persona por el ataque – Stanislav Galic, comandante del Cuerpo Romanía del Ejército en Sarajevo, quien fue encarcelado de por vida por el Tribunal de La Haya.

La responsabilidad por el ataque es también uno de los cargos existentes contra los líderes militares y políticos serbios en Bosnia Ratko Mladic y Radovan Karadzic, quienes están siendo juzgados en estos momentos por un tribunal internacional. 

Sin embargo, los tribunales de Bosnia no han procesado a nadie por este ataque.