De acuerdo con RIA Novosti, el gigante energético ruso Gazprom sigue adelante con su plan de construir un ramal austríaco para su tubería de gas natural Torrente Sur, después de haber sido demorado durante meses por la Comisión Europea.
El martes, Alexei Millar, director ejecutivo de Gazprom, firmó un memorando de entendimiento con el jefe del grupo austríaco OMV, Gerhard Reuss, que apunta a traer gas natural ruso a Europa a través de una ruta que rodee a Ucrania.
El ramal austríaco del gasoducto de Gazprom esta diseñado para transportar anualmente 32 mil millones de metros cúbicos de gas desde la costa búlgara del Mar Negro, a través de Serbia y Hungría al centro de transporte de gas de Baumgarten, en Austria.
La dos compañías dijeron que esperan obtener todos los permisos necesarios para finales del año próximo, con las primeras entregas programadas en el 2017 y la puesta en servicio completa prevista para enero de 2018.
El memorando también permitirá que Gazprom use las reservas de gas del OMV en Austria, y dará acceso al coloso energético ruso al Núcleo Central de Gas Europeo (CEGH), una plataforma comercial austríaca para las corporaciones gasíferas internacionales.
Gazprom hace mucho ha estado tratando de ganar acceso al empalme de gas natural de Baumgarten, que es propiedad física de OMV y está convenientemente ubicado en el corazón de Europa.
La construcción del ramal austríaco de Torrente Sur fue acordada por Moscú y Viena en el 2010, creando una base legal para la creación de la tubería. Ese mismo año, Gazprom y OMV establecieron una empresa conjunta para manejar el proyecto del gasoducto, que continuará 40 kilómetros desde la frontera húngara.
Bajo el acuerdo, Gazprom también iba a comprar el 50 por ciento de las acciones del CEGH, antes que la Comisión Europea le hiciera una zancadilla, que llevó a cambiar la ruta del Torrente Sur, que ahora lleva su principal tubería a través de Eslovenia hacia Tarvisio, en Italia.
El actual proyecto de Torrente Sur sigue de cerca la ruta que había sido planeada para la abandonada tubería Nabucco, que fue diseñada como una alternativa para los transportes de gas ruso y paralizada luego que Azerbaiyán y Turkmenistán se rehusaran a darle luz verde.
Actualmente, cerca de un tercio de todas las exportaciones de gas ruso a Europa pasan por Ucrania, planteando una amenaza a la seguridad energética europea, debido a las repetidas interrupciones en ese país y al continuo conflicto con Gazprom por los precios del gas.
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