Ante la gran tragedia que ha sucedido en el Rally de La Coruña, los comentarios pueden ser numerosos, pero considero que deben centrarse en evitar que, este tipo de accidentes, no sean muy frecuentes. Y lo son, por desgracia. Cada dos por tres, sucede alguno en la geografía de nuestro país, y no digamos en el mundo. Lógicamente, lo mejor es que no se produjeran. Y aunque esto puede parecer, prácticamente imposible, se puede mejorar mucho la seguridad para los pilotos, y los espectadores.
Indudablemente, los que participan pilotando en los rallys saben a lo que se exponen, y asumen el nivel de riesgo de una competición deportiva que es exigente, y con un cierto peligro, aunque esté teóricamente controlado.
Si bien los aficionados que quieren seguir estas competiciones, me parece que no deben jugarse la vida también, simplemente, por presenciarlas in situ. Las medidas de seguridad, a espera de la investigación que se lleve a cabo, no son las más idóneas, como demuestran las consecuencias del accidente del Rally de La Coruña. El simple visionado de un video que ha salido publicado en los medios, es suficientemente claro, y habla por sí mismo.
La distancia de seguridad tiene que ser mayor en toda la carretera por la que compiten, a elevadas velocidades, los coches. No puede ser que se permita, que los aficionados estén a unos metros del asfalto, en ningún tramo de la prueba. Porque, si no, puede suceder que mueren seis personas, y se produce un número considerable de heridos, y de familiares afectados.
No sé hasta cuando seguirán repitiéndose esta clase de accidentes terribles en los rallys, pero si no se toman medidas para aumentar, considerablemente, el nivel de seguridad, habrá que resignarse a que se sigan produciendo, cada cierto tiempo, accidentes similares al producido en Galicia.Y que el azar, o la buena suerte libren a los espectadores de acabar en el tanatorio, resultar heridos, o perder para siempre a seres queridos.
Ya se sabe que en este tipo de competiciones es muy difícil controlar a lo largo de kilómetros y kilómetros a la gente que quiere ver. lo más cerca posible la carrera, porque así la viven con más emoción, pero todo tiene unos límites. Y una de dos, o las normas ya existentes son suficientes, o no lo son, y deben ser mejoradas. Sí lo son deben aplicarse a raja tabla en todo el recorrido. La propia organización de cada rally debería aportar más personas para vigilar, y proteger al público asistente, durante el transcurso de las carreras de los rallys. Y completar esto con otras disposiciones de seguridad complementarias. Reforzando, de este modo, la labor que ya realizan las fuerzas de seguridad en estos eventos deportivos.
Mi más sentido pésame a las familias de los muertos y los heridos. Ante este drama que se ha producido no hay consuelo de ningún tipo, respecto a los que ha perdido la vida de un modo tan horrible. Galicia y España están de luto, y también todo el mundo del deporte.
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