ACNUR está alarmado por el deterioro de la seguridad en la República Centroafricana (RCA) y por la situación de los civiles atrapados en el conflicto entre los rebeldes del antiguo grupo Seleka y las fuerzas de autodefensa en Bangui, la capital, y en la ciudad de Bossangoa, más al noroeste.
Según información de la ONU y de los medios locales, al menos 140 civiles fueron asesinados durante los combates de ayer en Bangui. Este es el primer enfrentamiento fuerte registrado en la capital desde marzo, cuando las fuerzas seleka tomaron la ciudad y expulsaron al gobierno del presidente Francois Bozize.
El personal de ACNUR en Bangui dice que la situación continua siendo muy tensa esta mañana. Se siguen oyendo disparos en el distrito 8, lo que impide que los habitantes abandonen sus casas. ACNUR ha recibido informes preocupantes de ataques sectarios y de venganza entre vecinos en Bangui. Un trabajador local de ACNUR fue atacado anoche en su casa y los asaltantes se llevaron a su sobrino de 24 años y lo asesinaron.
Cada vez más personas están huyendo a través del río Oubangui y buscando refugio en la ciudad de Zongo, en la República Democrática del Congo. Ayer, cerca de 700 personas cruzaron el río y esta mañana continuaban llegando más. Los trabajadores de ACNUR en Zongo están verificando la cifra de llegadas por el río.
Los recién llegados se están alojando en una escuela en Gbala, una aldea situada a 12 kilómetros de Zongo. La escuela, un antiguo centro de tránsito construido por ACNUR, tiene instalaciones para recibir a refugiados.
Mientras tanto, los fuertes bombardeos de ayer por la tarde en la ciudad de Bossangoa causaron el pánico entre los residentes. Aunque los bombardeos han cesado, el personal de ACNUR en la ciudad dice que la situación sigue siendo tensa en la zona. Se desconoce aún el número de personas desplazadas.
Hay unas 40.000 personas desplazadas forzosamente en Bossangoa, muchas acogidas en el complejo que tiene allí la Iglesia Católica Romana. Necesitan apoyo, pero las peligrosas condiciones de seguridad están impidiendo el envío de ayuda. Uno de los convoys de ACNUR, que transportaba 60 toneladas de material de ayuda humanitaria, llegó ayer por la tarde a Bossangoa y la ayuda será distribuida lo antes posible. Entre los materiales se incluyen lonas de plástico, mantas, esteras para dormir, mosquiteras, bidones, cubos de plástico y jabón para unas 3.000 familias desplazadas en esta zona.
Desde diciembre de 2012, el conflicto en la RCA ha desplazado a cerca de 400.000 personas dentro del país y ha obligado a otras 69.800 a exiliarse a países vecinos, sobre todo a la República Democrática del Congo.
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