El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió nuevamente a Vladimir Putin ante la opinión pública estadounidense, demostrando que no renunciaba a encontrar acuerdos con su homólogo ruso sobre temas internacionales.
Ello se produce cuando los combates entre las fuerzas ucranianas y separatistas pro rusas en el este de Ucrania se intensificaron y llevaron esta semana a la administración estadounidense a criticar a Moscú y prometer el mantenimiento de las sanciones internacionales contra Rusia.
El domingo, en una entrevista difundida por Fox News antes del muy popular Superbowl, Trump defendió nuevamente su voluntad de mejorar las relaciones con Putin. “Lo respeto”, pero “eso no quiere decir que vaya a entenderme con él”, dijo el mandatario.
“Es un líder en su país, y creo que es mejor entenderse con Rusia que a la inversa”, agregó. Cuando el periodista que lo entrevistaba le objetó que Putin era un “asesino”, Donald Trump invitó de manera sorpresiva a los estadounidenses a un examen de conciencia. “Hay muchos asesinos, muchos asesinos. ¿Usted piensa que nuestro país es tan inocente?”, preguntó.
Esta opinión le valió a Trump una oleada de críticas en las redes sociales, en la prensa e incluso en su propio partido, donde el tema Putin despierta el debate. “No creo que haya ninguna semejanza en la manera en que se manejan los rusos y los estadounidenses. Es un ex agente de la KGB, un mafioso, no electo en lo que la gente consideraría una elección creíble”, dijo a la CNN el líder republicano del Senado, Mitch McConnell.
En este mismo sentido opinó el ex embajador en Rusia y consejero de Barack Obama, Michael McFaul. “Esta semejanza moral que Trump sigue dibujando entre Estados Unidos y Rusia es desagradable e inapropiada”, dijo en Twitter. En la entrevista con Fox News, Trump explicó sobre qué asuntos le gustaría en particular entenderse con Rusia: “Si Rusia nos ayuda en el combate contra (el grupo) EI y contra el terrorismo islámico a lo largo del mundo, es algo bueno”, agregó.
Donald Trump le pidió al Pentágono que, de aquí al final de febrero, le acerque un plan para acelerar la campaña contra el grupo yihadista Estado Islámico que, según él, se extendió demasiado.
Los militares estadounidenses no esconden que la actitud de Moscú será determinante para preparar la última batalla contra el grupo EI: la conquista de Raqa, su autoproclamada capital.
La coalición internacional liderada por Estados Unidos no puede, por ejemplo, lanzar una ofensiva sobre Raqa sin tener una idea de cómo será el estatuto de la ciudad liberada, debate en el que Rusia tienen un papel clave. “Los rusos tienen una posición dominante” en Siria, explicaba recientemente un alto responsable militar estadounidense a los periodistas, bajo anonimato. “Están en Siria invitados por el gobierno sirio”, mientras que Estados Unidos “se introdujo” sin el acuerdo del gobierno sirio, subrayó.
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