En México la venta de antibióticos para el consumo humano está controlado para evitar su mal uso, aunque en el sector veterinario la falta en la aplicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-064-ZOO-2000, “Lineamientos para la clasificación y prescripción de productos farmacéuticos veterinarios por el nivel de riesgo de sus ingredientes activos”, provocó que bacterias comunes como la Salmonella spp y Escherichia coli adquirieran una resistencia mayor a los medicamentos de uso regular como la streptomicina, trimetoprim, ampicilina, gentamicina y tetraciclina, a consecuencia del exceso de medicamentos.
El uso de antibióticos sin prescripción médica para uso veterinario es un problema que pudiera parecer mínimo, sin embargo, la importancia radica en que con cada administración inadecuada de estos medicamentos, se propicia que las bacterias presentes de forma normal en el tracto intestinal de los animales sean sometidas a una presión selectiva, lo que ocasiona que éstas adquieran diferentes mecanismos que permitan su supervivencia.
Con el propósito de descubrir el origen de la resistencia bacteriana, Martín Talavera Rojas, profesor del Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Salud Animal de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), analizó diferentes aislamientos de bacterias presentes en los animales destinados al consumo humano y reporta que tal resistencia es debida a la presencia de diversos genes de resistencia específicos para cada familia de antibióticos.
Los resultados de los estudios sirvieron para descubrir la presencia de fragmentos geneticos (integrones) de la Salmonella spp y la Escherichia coli que ocasionan resistencia a diferentes antibióticos, debido a la inserción de diversos genes en estas estructuras lo que ocasiona una mayor resistencia e impedir el ingreso de los agentes bactericidas, comentó el académico de la UAEM.
La resistencia de la Salmonella a los antimicrobianos y bactericidas se relaciona con factores genéticos como los integrones, que proveen de mayor resistencia a desinfectantes que atacan bacterias de membrana simple y doble; además de los fungicidas y virucidas usados en productos de limpieza doméstica e industrial.
La causa de que las cepas bacterianas se hayan hecho más resistentes a las medicinas radica en que en las veterinarias no existe una venta controlada de antibióticos, y al usarlos indiscriminadamente provoca que las bacterias adquieran factores de resistencia que le permitan sobrevivir afectando la producción alimentaria.
El investigador de la UAEM concluyó que los daños ocasionados por la infección de las “súper bacterias” como la Escherichia coli serovariedad O157:H7 provocan diarrea con sangre, dolor abdominal severo y en algunos casos puede causar complicaciones renales y neurológicas, incluyendo el síndrome urémico hemolítico; mientras que laSalmonella causa hemorragia sanguínea y fiebre.
Talavera Rojas comentó que al inicio del proceso se realizaron 77 aislamientos de laSalmonella spp donde encontrando multirresistencia a diversos antibióticos y la presencia de integrones en 40 por ciento de las cepas aisladas (31/77). Después de ello las bacterias fueron sometidas a los antibióticos trimetoprim-sulfas, tetraciclina, ampicilina, y estreptomicina, para comprobar su resistencia a estos medicamentos.
(Agencia ID)
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