El presidente iraní, Hassan Rouhani, y su contraparte turca, Recep Tayyip Erdogan, expresaron esta semana su esperanza de que su cooperación aliviará la agonía de la región.
Rouhani dijo en una conferencia de prensa después de la reunión a puertas cerradas de los dos presidentes que tanto el Irán como Turquía creen que la inestabilidad, la inseguridad y la guerra deberían ser detenidas en la región, dijo Rouhani en una conferencia de prensa. Y agregó que Teherán y Ankara deberían trabajar conjuntamente para erradicar al terrorismo y al extremismo, y ayudar a hacer crecer la hermandad entre las naciones musulmanas.
Y el presidente dijo: “Nosotros también analizamos la situación en el Iraq, Siria, Palestina y el Yemen” y “nosotros compartimos la opinión de que la guerra y el derramamiento de sangre deben ser rápidamente detenidos en la región, para ayudar así a establecer el cese de fuego”.
Si se llega a alcanzar un cese de fuego en el Yemen, la ayuda humanitaria podría ser despachada al país y las conversaciones de paz entre los bandos en conflicto podrían comenzar, dijo él, subrayando que el Irán y Turquía podrían contribuir eficazmente al proceso.
Por su parte, Erdogan dijo que no es aceptable que cientos de miles de personas hayan sido muertas en Siria y el Iraq en el transcurso de los últimos años. Las relaciones entre Irán y Turquía están enfrentando una cantidad de desafíos, incluyendo las diferencias de opinión sobre los conflictos en Siria, el Iraq y el Yemen.
En sus recientes comentarios, Erdogan acusó a Teherán de ayudar a los chiitas Houthis en el Yemen, instando al Irán a retirar sus fuerzas del Yemen, Siria y el Iraq. El Irán ha desmentido su apoyo militar al Yemen, Siria y el Iraq, diciendo que solo provee de asesoramiento a aquellos países que enfrentan amenazas terroristas.
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