Combatientes tribales sunitas rechazaron el lunes pasado a los militantes extremistas sunitas de sus aldeas en la provincia de Salahudin, al tiempo que las fuerzas de seguridad iraquíes continuaban batallando contra grupos de insurgentes a lo largo del país, dijeron las fuentes de seguridad.
En la provincia de Salahudin, las tribus armadas y los sunitas locales se enfrentaron con miembros de Estado Islámico (EI), un grupo militante extremista sunita y filial de Al-Qaeda, en las aldeas de al-Zuiyah y al-Meshag, expulsando a los militantes de EI de las aldeas, le dijo una fuente policial provincial a Xinhua, bajo la condición de permanecer en el anonimato.
La fuente dijo que los enfrentamientos hicieron eclosión cuando los militantes de EI trataron de apoderarse de vehículos de aldeanos tribales, pero los miembros de la tribu se resistieron, desatando la batalla.
La fuente dijo además que poco tiempo después, los militantes de EI, apoyados por vehículos con ametralladoras pesadas y morteros, trataron de retomar el control de las dos aldeas, pero fueron repelidos nuevamente por los miembros de la tribu y sus aliados, los militantes sunitas, dejando por lo menos a 13 militantes de EI muertos y unos 35 heridos.
Tres de los defensores de los poblados fueron muertos y otros diez resultaron heridos en la batalla, agregó la fuente.
Un vocero militar les dijo a los reporteros en Bagdad, que un helicóptero artillado del ejército apoyó a los aldeanos y atacó a 15 vehículos cargados con combatientes de EI.
Por separado, el Comando de Operaciones de Salahudin dijo que sus fuerzas frustraron un ataque de grupos militantes contra una base aérea al norte de la capital provincial, la ciudad de Tikrit, que fuera anteriormente utilizada por las fuerzas de los EE.UU. y conocida como Campamento Speicher. Esta base todavía se encuentra bajo el control de tropas iraquíes.
También en la provincia, grupos militantes se enfrentaron con fuerzas policiales en el pueblo de Ishaqi, dejando un saldo de cuatro policías muertos, dijo la fuente sin proporcionar más detalles.
Las tropas mataron a unos 25 supuestos militantes, incluyendo a algunos que aparentemente tenían puestos chalecos explosivos, y destruyeron ocho de sus vehículos, dijo el comando en una declaración.
En la provincia de Anbar, descargas de morteros mataron al general mayor Najim Abdullah, comandante de la sexta división del ejército, mientras él estaba haciendo un recorrido con fuerzas de seguridad cerca del pueblo de Garma, dijo en una conferencia de prensa en Bagdad un vocero del Ministerio del Interior, agregando que un total de 60 “terroristas” fueron muertos durante los pasados siete días en los confines norteño y sureño de Bagdad.
Mientras tanto, una fuente de seguridad de la provincia de Anbar dijo a Xinhua que otra descarga de morteros en el área de Ibrahim Bin A, cerca de Garma, mató a tres soldados e hirió a otros siete.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han estado luchando durante los últimos meses para retomar el control de la ciudad de Fallujah, tomada por los militantes, así como del pueblo de Garma y partes de ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Anbar.
En la provincia oriental de Diyala, en Irak, los enfrentamientos se produjeron en el área montañosa de Himre, entre fuerzas de seguridad y militantes sunitas, matando a dos efectivos de seguridad y dos hombres armados, dijo una fuente policial provincial.
Otros dos militantes fueron muertos en la deflagración de una bomba, luego de que ellos detonaron sin querer el explosivo en forma prematura en la ciudad de Saadiyah, al noreste de la capital provincial Baquba, agregó la fuente.
En otro incidente separado, un líder tribal fue muerto y dos de sus hijos resultaron heridos cuando personas armadas no identificadas atacaron su automóvil en Saadiyah, dijo la fuente, agregando que militantes de EI mataron a un miembro del grupo paramilitar apoyado por el gobierno, conocido como Sahwa, en un puesto de control de seguridad en la ciudad de Maqdadiyah.
En Bagdad, un terrorista suicida estrelló un auto cargado con explosivos contra un puesto de control de seguridad, haciéndolo volar, en el distrito de Kadhmiyah, en el norte de la capital, dejando un saldo de por lo menos tres personas muertas y otras 10 heridas, dijo una fuente policial.
Irak ha estado presenciando uno de los peores brotes de violencia en años. Unas tres semanas atrás, insurgentes sunitas armados encabezados por ISIL, lanzaron una sorpresiva ofensiva contra las fuerzas de seguridad iraquíes. El grupo capturó una gran parte de los territorios norteños y occidentales del país, luego de que las tropas iraquíes abandonaron sus puestos y su equipamiento militar.
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