En Google están instruidos para celebrar habitualmente grandes éxitos. El corpulento del mundo digital ha construido una hegemonía que parece invulnerable, pero de vez en cuando también suceden acontecimientos menos agradables.
Google se está enfrentando a una multa de 125 millones de dólares por los daños ocasionados a la compañía SimpleAir, especializada en el tema de las licencias, por quebrantar una patente en Android. El juez ha dado por válida la demanda de SimpleAir que reclama cinco aspectos coincidentes en las notificaciones de Android con una patente suya.
La decisión todavía no es definitiva, y según informaciones publicadas por “El Economista”, el conflicto legal se resolverá en un segundo careo de las partes en el cual se decidirá el importe definitivo de la sanción.
Por otra parte, la lucha por la seguridad web, se ha convertido en una reyerta enmarañada. Conseguir crear sitios web seguros es uno de los grandes retos de las empresas tecnológicas y digitales, y por ello Google ha publicado que pagará un salario anual al “hacker” que logre encontrar un punto débil en la seguridad del Chrome OS.
Google quiere que los “hackers” intenten introducirse en el sistema operativo Chrome OS y revelen, a Google, cómo lo han logrado. Para ello se ha organizado el cuarto concurso anual de “hackers” llamado Pwnium, que significa, en el mundo de los “hackers”, entrar en un ordenador y “ocuparlo”.
El primer premio está dotado de una suma cercana a los tres millones de dólares, una cifra muy importante en el mundo de la programación llamado “la constante matemática e”, un concepto muy significativo a la hora de comprender la escritura de algoritmos.
Encontrar el punto débil del nuevo sistema operativo de Google va a reportar, al afortunado “hacker”, un premio muy sustancioso, además de un gran prestigio en el mundo digital, que lucha cada vez más por convertirse en un universo seguro, “a prueba de hackers”
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