El cuerpo del difunto expresidente sudafricano Nelson Mandela yace en capilla ardiente en Pretoria, un día después del servicio en memoria del líder anti-apartheid que reunió a más de 60.000 personas.
La gente vivó y saludó a lo largo del cortejo fúnebre que llevaba los restos de Mandela, el cual fue desde un hospital militar hasta el Edificio de la Unión, la sede oficial del gobierno del país.
Fue allí donde Mandela fue juramentado como el primer presidente sudafricano en 1994, luego de pasar 27 años en prisión por su papel en la lucha en contra del régimen de la minoría blanca.
Miembros de la familia Mandela vieron el cuerpo por la mañana del miércoles, y el público podrá presentar sus respetos desde hoy hasta el viernes. Sus restos serán llevados todas las noches al hospital y la procesión se repetirá jueves y viernes.
Los dolientes cantaron y bailaron en tributo a Mandela durante la ceremonia en Johannesburgo, donde los oradores alabaron su papel en el esfuerzo por poner fin al apartheid y en curar las divisiones raciales en Sudáfrica.
La enviada especial de la Voz de América, Celia Mendoza, se encontró a Paula Gutiérrez, una colombiana que vive en Sudáfrica desde hace un año. Paula le dijo que “es increíble tener la posibilidad de estar acá compartir un último adiós de una manera mucho más cerca. Y ver que este pueblo realmente somos todos. Todos luchando por los mismos derechos”.
De igual manera se expresó otra latinoamericana, Patricia Rodríguez, que vino a presenciar el cortejo. “La sensación es inmensa… de poderlo ver porque es un gran líder y lo llevo en el corazón”, comentó a la VOA.
Los diez días de recordación culminarán con el entierro de Mandela el 15 de diciembre, en su pueblo de infancia, Qunu.
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