¡No vale todo con el fin de vender! Cuando se usa la blasfemia, el producto anunciado queda dañado

¡No vale todo con el fin de vender! Cuando se usa la blasfemia, el producto anunciado queda dañado

La agencia de publicidad Savaglio TBWA de Buenos Aires (Argentina) ha diseñado una campaña publicitaria sacrílega sobre el uso del preservativo manoseando el Decálogo, incitando a violarlo mediante la exhibición de fotografías de actos sexuales y llegando al extremo de insinuar prácticas contrarias a la ley natural. La Asociación de Agencias de Publicidad ha solicitado que se suspenda la difusión de la campaña.

Por otra parte, la Federación de Asociaciones contra el sida de Andalucía, ha encargado una campaña a favor del uso del profiláctico para prevenir el sida, utilizando la imagen del Sagrado Corazón sosteniendo, en una de sus manos, un preservativo. Se han presentado varias querellas contra la campaña. La blasfemia es el arma de los cobardes. No se han mofado de una fe. Se han reído de Jesús, que para más de mil millones de creyentes, al mismo tiempo, es Dios.

Las leyes sobre publicidad protegen a los consumidores de los anuncios blasfemos. Pero es necesario hacer una llamada de atención ética a la publicidad: ¡no vale todo con el fin de vender!. El hombre y su profunda dimensión humana, debe superar la alocada carrera publicitaria. .

Por último, la productora de bebidas energéticas Red Bull retiró un anuncio en Sudáfrica, tras las reacciones indignadas de cristianos y musulmanes por el hecho de que se mostraba a Jesucristo caminando sobre las aguas en el anuncio.

Los obispos católicos de Sudáfrica instaron a los cristianos a no beber Red Bull durante la Cuaresma, con lo que prácticamente convocaron a un boicot comercial. Se había instado ya a los fieles católicos a donar, para fines caritativos el dinero que se ahorraran al no comprar Red Bull durante el citado tiempo litúrgico .

En un comunicado, la productora de bebidas señaló que sus anuncios humorísticos siempre buscan abordar “hechos muy conocidos” en la historia o la literatura. “Nunca es nuestra intención herir los sentimientos de alguien”, agregó.

La blasfemia consiste en usar de una manera injuriosa el nombre de Dios, de Jesucristo, de la Virgen María y de los santos

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