Orwell y el superorganismo

Orwell y el superorganismo

¿Tenemos que plantearnos si la tecnología, en esta cuarta fase de la revolución industrial nos está llevando hacia parámetros que jamás habríamos imaginado, y que no tenemos concepciones suficientes para entender y comprender?

– ¿Dicho de otro modo, nosotros los humanos inventamos o descubrimos o diseñamos tecnologías, pero después de realizado ese paso, si ésta o éstas son aceptadas por la sociedad, estás nos llevan hacia direcciones que no habríamos pensado o imaginado, y cambian los paradigmas? ¿Sea el fuego, el arco, el motor en la primera fase de la revolución industrial, sea actualmente, toda la informática, teleinformática, inteligencia artificial…?

¿El gran hermano de Orwell, ese sueño o temor imaginario, se está realizando y construyendo, pero incluso con posibilidades de materialización más profundas y esenciales y graves…?

¿Hoy, la tecnociencia de la información, permite, desde el punto de vista tecnológico, y desde el económico, controlar a millones de seres humanos? ¿Saber lo que hacen, lo que dicen, dónde están, etc.? ¿O poder saberlo, si se quiere o se desea o se tiene la voluntad de hacerlo, o seleccionar nichos de población, por ejemplo, los que tienen siete dedos en las manos que han hecho en este momento, o en estos últimos meses…?

¿Se dirá que en las sociedades democráticas, no hay peligro, por el respeto a las personas, todos sus derechos humanos que se respetan, por la defensa de la vida privada, por el secreto de los datos personales, etc.?

– ¿Pero qué podría hacer con esa masa ingente de información, si en vez de regir los destinos de una sociedad o Estado o Gobierno, un régimen democrático, basado en los derechos humanos y en la democracia, incluso con sus limitaciones de estos conceptos-derechos-prácticas, si está regido por un poder político no democrático…?

¿O una ideología equis, asciende al poder máximo, de forma democrática, pero después, ya controlando las máximas instancias del poder, utilizando todos los medios o instrumentos del poder del Estado, los clásicos, que se han utilizado desde hace siglos, los últimos utilizados en estos dos últimos siglos, y los nuevos, que son las tecnologías de la información y otros actuales…?

¿Qué sucedería, si una ideología equis, no democrática, en nombre de la bandera zeta, que sea, utiliza el enorme poder, que el ser humano dispone, pero lo utiliza para llevar a una sociedad, hacia posturas no democráticas, limitando aún más los derechos humanos, conociendo hasta la saciedad, o potencialmente, datos de millones, cientos de millones de individuos, y “conociendo” a los que tiene que limitar su poder individual, para que su poder-libertad de tal o cual individuo o colectivo quede laminado…?

– ¿Estamos ante una situación, tan novedosa, que no tenemos concepciones teóricas o modelos, para saber lo que va a suceder, y por otro lado, se puede utilizar todo ese ingente poder, que permite esa enorme cantidad de información y de datos, en multitud de sentidos y formas y maneras…? ¿Puede ser utilizado por la empresa privada, pero también por la gestión pública, pero además potencialmente por el poder o poderes del Estado, además de los que ya tiene o dispone…?

Estamos ante una situación, que la tecnología, nos permite cambiar la esencia de docenas de cuestiones, antropológicas, psicológicas, sociales, políticas, etc. ¡Y esto sin exagerar…!

– Hay dos datos, que se revuelven en mi cabeza, martilleándome, y se los presento a ustedes, como siempre, redactaré de forma difusa para no nombrar acontecimientos y personas:

a) ¿En el siglo veinte, una ideología, que tomó el poder, en seis años, llevo al mundo a la guerra? ¿Pasó de tomar el poder de forma democrática, a montar una no-democracia, que llevó a su sociedad y a medio mundo a la guerra? ¡Solo en seis años! ¿Dirán que las circunstancias, no son las mismas, y es cierto, pero diversas y distintas circunstancias, pueden llevar a fines similares, y circunstancias parecidas a fines diferentes, eso por la enorme libertad humana, y por las docenas de circunstancias diferentes o similares…?

b) Segundo hecho, el jefe del Alto Estado Mayor alemán, no quería que su país abriera dos frentes, porque sucedería como en la primera guerra mundial. Otros dicen, que no quería que se empezase el melón de una nueva guerra en Europa. Porque acabarían perdiendo la guerra…

Una mañana, dicen algunas fuentes, los servicios de información del régimen, le llevaron un dossier, con multitud de datos, en los que incriminaba a su esposa, que había sido corista, amenazándole que lo difundirían. Dicho general abdicó, y parece ser se retiró del servicio activo. Y empezó una guerra. ¡Y quién esté libre de pecado tire la primera piedra! ¡O, a quién, no se le podría manipular o dirigir hacia un lado o hacia otro, con los datos disponibles…!

– ¿Para no cansar más, hoy con los datos, tanto los tomados de forma clásica, con los “papeles” ya existentes y, acumulados y archivados y, tercero, con los datos que les pueden proporcionar las tecnologías actuales, si asciende al poder, un sistema ideológico no democrático, puede llevar a una sociedad equis o zeta, de Oriente o de Occidente, del Norte o del Sur, en menos de una décadas, a sitios y lugares, que no podemos imaginar, ni prever…?

¿Segunda conclusión, cada vez, nos iremos pareciendo más no a organismos individuales, insertos en una sociedad, sino en termitas-hormigas, en las que el individuo está en función del todo, es decir, un concepto biológico que denominan superorganismo?

¡Es decir, la profecía de Orwell, se queda corta! ¡Y lo peor, es que ya se está viendo, como se está produciendo y aplicando en algunas zonas del mundo, o en todas, en mayor o menor grado…! ¡Aviso para viandantes y aviadores, hasta aquí, hasta aquí, puedo llegar, reflexionen ustedes, si quieren o si pueden o si se atreven…!

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