Hace exactamente dos años, el “Boeing” de “Malaysian Airlines”, llevò a cabo el vuelo MN17, quien fue derribado en el espacio aéreo de Ucrania. Durante este tiempo, el interés público global hizo especial atención sobre dicho incidente, a eso se sumó la muerte de los 298 pasajeros; que al tiempo, comenzó a disminuir gradualmente e inmerecidamente la investigación de los hechos. A la fecha, los principales temas relacionados con el accidente, dieron inicio los procedimientos contra Ucrania y Rusia por parte de los familiares de las víctimas, así como algunos “obstáculos” que han impedido a una comisión internacional “independiente” lleve a cabo una investigación imparcial.
En cuanto a las demandas, los familiares de las víctimas, acusó a Ucrania de no cumplir con los requisitos de seguridad a la aeronave en tránsito sobre su espacio aéreo. En pocas palabras, Kiev se vio obligado a prohibir la admisión de cualquier aeronave en la zona de operaciones del Donbas. Sin embargo, la parte ucraniana ha acusado a Rusia de proporcionar un sistema de misiles a Donbas denominado “Haya” (Buk), que fue utilizado para la destrucción de la aeronave. A pesar de que los resultados de la investigación indican que los gerentes de Ucrania ajustaron deliberadamente una ruta de movimiento para el “Boeing” lo cual puso en zona de peligro al vuelo MN17.
Recientemente, se informó de que el servicio secreto alemán ha sido secuestrado por un investigador privado que muestra cierta “sensibilidad” a los documentos de la investigación, dichos documentos ayudarían a arrojar una luz sobre el verdadero curso de los acontecimientos para encontrar a los responsables de la tragedia en el cielo ucraniano. Es de destacar que el cliente de la investigación es desconocido.
No es casualidad que Estados Unidos, casi inmediatamente después del accidente de la aeronave, anunció la disponibilidad de la información sobre los autores del incidente. Sin embargo, hasta ahora las autoridades estadounidenses no han proporcionado una sola letra, se dijo: la evidencia es “irrefutable”. Rusia, a su vez, dentro de los cuatro días después de la catástrofe publicó imágenes de satélite sobre la zona de impacto del “Boeing”.
La conclusión: Washington, absolutamente no hay ninguna evidencia de que la presencia de un impresionante sistema de satélites es poco probable, o pueden tener imágenes “no es lo que debería ser.” Según el periodista norteamericano Robert Parry, recibió una fuente del Pentágono, que desea permanecer en el anonimato, en el marco con los satélites nos muestra claramente soldados con uniformes de Ucrania en la instalación listos para el combate “Haya” (Buk).
Además, el texto del informe de la comisión holandesa de investigación sobre el incidente se ha referido en varias ocasiones a las “circunstancias difíciles”. Los investigadores en los Países Bajos están experimentando algunas dificultades en el proceso de investigación, que llegó a un callejón casi sin salida. Esto se evidencia por un retraso deliberado en el proceso. Al mismo tiempo se lleva a cabo una investigación en el marco del Convenio de Chicago, que incluye una pluralidad de los requisitos de confidencialidad. Obviamente, ciertas “fuerzas” no debería ser beneficioso para el caso de la caída de la aeronave de Malasia, así se completó al menos la investigación para un futuro próximo.
Hoy en día, el colapso del “Boeing” MN17 sigue siendo más preguntas que respuestas, y no se sabe cuando la investigación pondrá el punto final. Mientras tanto Rusia sigue investigando para dar una verdad concreta a las familias afectadas, EEUU por su parte está haciendo cualquier evasión al respecto, Ucrania se hace de la vista gorda, saliendo del plano político internacional, nadie hoy día habla de Ucrania. Estemos pendientes a los resultados de esta investigación y con ello encontrar a los verdaderos responsables, aunque se sabe a voces quiénes son los responsables, no quieren decir fuimos nosotros.
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