(MISNA) — Hoy, otros 41 presos políticos fueron liberados de las cárceles birmanas por una amnistía del presidente Thein Sein. Esta es la segunda medida similar implementada en un mes, después de la liberación de otros 69 presos el 15 de noviembre. Una carrera contra el tiempo para el presidente, quien está tratando de cumplir con las promesas hechas a la comunidad internacional y al mismo tiempo de liberar de las tristemente célebres cárceles birmanas de presos de conciencia y de quienes fueron encarcelados por ser opositores al régimen militar anterior. Todo antes de fin de año. En las próximas semanas, otros 200 presos podrían ser liberados.
En total, son alrededor de 30.000 los prisioneros liberados desde marzo de 2011, cuando asumió el reformista Thein Sein, de los cuales la mayoría son presos comunes, pero entre ellos también habría unos 2.000 presos políticos. Para acelerar su liberación, en mayo de este año se reformó el Comité de Examen de los prisioneros de conciencia restantes.
Hoy, como una demostración de la intención del gobierno de intervenir de manera más eficaz para resolver cuestiones relacionadas con la protección de los derechos de los birmanos y de las minorías, la Comisión Nacional de Derechos Humanos dijo que durante el año pudo visitar diferentes zonas del país afectadas por conflictos o hechos de violencia.
Incluyendo las regiones de Mandalay y Rangún; el estado de Shan, el de Rakhine (donde los musulmanes de etnia Rohingya son víctimas de una persecución desde hace más de un año), y las prisiones de Mon y Kayin. También son muchas las actividades de promoción de los derechos humanos, con seminarios en todo el país. Se tomó en consideración los 1.600 casos de abuso denunciados en los primeros diez meses del año, de los cuales 1.200 fueron enviados al gobierno para una mayor investigación y para tomar medidas.
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