El primer ministro británico, David Cameron, presidió el martes una “emotiva” última reunión de su Gobierno, antes de presentar este miércoles su dimisión a la reina Isabel II y ceder el cargo a la nueva líder del Partido Conservador, Theresa May.
Cameron se reunió el martes por la mañana a sus ministros en la residencia oficial del 10 de Downing Street, donde May, aún titular de Interior, y George Osborne, responsable de Economía, encabezaron los homenajes al jefe del Gobierno, según algunos ministros.
El “premier”, que era partidario de continuar en la Unión Europea (UE), había anunciado el pasado 24 de junio su intención de dimitir después de que el electorado británico votase a favor del “brexit” -la salida británica de la UE- en el referéndum del 23 de junio.
Al término de la reunión de hoy, de unas dos horas de duración, el secretario de Cultura, John Whittingdale, contó a los periodistas que se trató de un momento “emotivo” en el que todos valoraron el trabajo de Cameron durante sus seis años en el poder.
“Fue emotivo, pero es lógico, porque pasamos mucho tiempo trabajando en asuntos del Gobierno, pero tuvimos un momento para rendir tributo a su extraordinario servicio”, explicó.
Otra ministra, la de Irlanda del Norte, Theresa Villiers dijo que Cameron deja a un Reino Unido en mejor situación que cuando asumió el poder -en coalición con los liberal-demócratas- en 2010. “Él ha cambiado nuestro partido para mejor, ha cambiado al país para mejor, también a mí me ha dado enormes oportunidades, así que para mí fue un día triste ver la última reunión del gabinete”, explicó Villiers, que hizo campaña a favor del “brexit”.
“Pero estoy segura de que nuestro país está en manos seguras con Theresa May”, subrayó Villiers. Por su parte, la secretaria de Estado de Empresa, Anna Soubry, destacó que Cameron deja un legado “increíblemente importante”, con reformas como la legalización del matrimonio gay. “Él es optimista y positivo” sobre el futuro del Reino Unido, insistió Soubry después de la reunión.
El primer ministro, que prepara su mudanza de 10 Downing Street, preside este miércoles la última sesión de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes del Parlamento antes de acudir al palacio de Buckingham para presentar la dimisión a la reina Isabel II.
Después de Cameron le tocará el turno a Theresa May, que recibirá el encargo de la soberana para formar Gobierno, algo en lo que puede empezar a trabajar el miércoles mismo una vez que entre en Downing Street. May tendrá la difícil tarea de unificar a su partido ofreciendo previsiblemente ministerios destacados a los diputados que apoyaron el “brexit” y también a los de la “permanencia” en la UE.
Según adelantan los medios, May puede ofrecer la importante cartera de Economía al actual titular de Exteriores, Philip Hammond, viejo aliado de la nueva líder conservadora. A su vez, Osborne, que hizo campaña a favor de la permanencia, podría cruzar la calle para hacerse con el Foreign Office, un ministerio vital ante las futuras negociaciones con la UE sobre los términos de la salida del Reino Unido del bloque europeo.
La prensa adelanta que el diputado Chris Grayling, que organizó la campaña de May para el liderazgo conservador, será premiado con el puesto que ella deja vacante, el de Interior.
Está por verse si May ofrecerá cargos relevantes al ex alcalde de Londres Boris Johnson, al todavía ministro de Justicia, Michael Gove, y a la secretaria de Estado de Energía, Andrea Leadsom, quienes hicieron una fuerte campaña a favor del “brexit”. Fue precisamente la retirada de Leadsom de la carrera por el liderazgo “tory” lo que despejó el camino para que May fuese confirmada como la sucesora de Cameron al frente del partido y el Gobierno.
May y Leadsom, las únicas candidatas que quedaban para el liderazgo, se iban a someter a la votación de los afiliados “tories” y el anuncio de la ganadora estaba previsto para el 9 de septiembre.
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