La labor filosófica de Scruton fue muy amplia y profunda. Era especialista en Estética y un gran profesor universitario. Además, mostraba en sus libros y artículos un lenguaje rico y preciso. Aborda en sus escritos todo tipo de temas.
La diversidad de los mismos aporta a sus agudas reflexiones muchos matices importantes que son apreciados por sus lectores. La mayor parte de sus libros han sido traducidos al español desde el inglés.
Este filósofo británico se ha posicionado claramente contra el pensamiento marxista desde una actitud política conservadora que está abierta a reformas económicas absolutamente necesarias e incluso a un intervencionismo moderado de los Gobiernos de los Estados en las situaciones que así lo requieran.
Roger Scruton nació en Reino Unido en 1944 y falleció en 2020 a la edad de 75 años. Su labor investigadora y su carrera académica en la Universidad de Londres fueron magníficas. Su tesis doctoral se tituló Arte e imaginación, un estudio en filosofía de la mente.
En su libro Cómo ser conservador pone de manifiesto que el exceso de Estado, a su juicio, es negativo, pero los liberales se equivocan de plano al querer eliminarlo.
Se muestra ecléctico en muchas cuestiones filosóficas y se expresa en sus obras de una manera muy bella. Sabe valorar los aciertos de los pensadores escolásticos. Elabora un cuerpo de doctrina que es excelente por su profundidad y diversidad de análisis y perspectivas.
Escribe Scruton que «El conservadurismo que defenderé nos dice que hemos heredado colectivamente cosas buenas que debemos esforzarnos por conservar». En efecto, la filosofía de este pensador está abierta al diálogo y a la argumentación sobre cualquier tema.
Y esto es también decisivo, porque supone poner énfasis en que el dogmatismo no tiene cabida en sus pensamientos. Por eso reitera que lo más importante en la vida de cada persona es que viva como quiera. El derecho a que no invadan la privacidad de los individuos también es esencial para Roger Scruton.
También lucha contra cualquier tipo de exclusión por cuestiones ideológicas o de cualquier clase. Conservar para él es mejor opción que seguir con algo peor, por razones obvias.
Insiste en que es posible que si no defendemos nuestras libertades las podamos perder en un futuro próximo ante lo que se avecina.
Se entiende que escriba que «los individuos deben ser libres, lo que significa ser libres de las insolentes pretensiones de quienes desean rediseñarlos». Y este es un peligro que cada día que pasa parece más cercano. Especialmente, con la inteligencia artificial, las redes sociales y las grandes multinacionales que controlan el mundo de las finanzas y logran beneficios multimillonarios cada año.
Scruton da una extraordinaria significación al estudio de las Humanidades o a las Ciencias Sociales y busca también poner de relieve la necesidad de una actitud transdisciplinar en el ámbito del conocimiento.
La filosofía es una de las bases de la cultura occidental y ha sabido explicarla y comentarla de una manera atractiva y amena, en sus tratados y en todos sus libros y artículos. Es algo de lo que podemos disfrutar después de su muerte.
Además, la capacidad crítica y creativa de este filósofo sirve de ejemplo para todos. Su obra escrita es muy extensa y de alta calidad. A esto añade una expresividad que es notable y que facilita más todavía una lectura que profundiza en numerosos aspectos de la realidad, que tan bien ha observado a lo largo de su trayectoria intelectual y vital.
Desde mi interpretación Scruton quiere que conservemos de la civilización occidental todo lo más bello y mejor. Por ejemplo, la música, la filosofía, la literatura, la pintura, la escultura y las restantes artes y conocimientos.
La ciencia también debe ser apoyada por los poderes públicos de todos los Gobiernos del mundo. Y la tecnología debe utilizarse para dar bienestar a las personas y no para controlarlas de una forma ilegal o ilegítima.
En definitiva, desea un planeta de seres humanos auténticamente libres y felices, porque pueden vivir como quieren, en un proceso de autorrealización que solo acaba con la muerte. Estos planteamientos generales de Scruton son acertados. En cuestiones políticas se pueden discutir muchos aspectos, en relación con lo que se puede considerar mejores políticas económicas y sociales para cada Estado.
También es cierto que el cosmopolitismo y las grandes organizaciones supranacionales están adquiriendo cada vez más fuerza y parece que están condicionando las decisiones de los Gobiernos estatales, en todo el planeta. Especialmente en Europa. Es algo que afecta a la soberanía de cada Estado y que es un problema a solucionar.
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