Estar casado sale a cuenta: pagan hasta un 43% menos por su seguro de coche

Estar casado sale a cuenta: pagan hasta un 43% menos por su seguro de coche

Este próximo fin de semana tendrá lugar la festividad más amorosa del año: San Valentín. La fecha cuenta con muchos adeptos pero también con muchos detractores. Tal es así, que desde hace un tiempo también se celebra –justo la jornada anterior– el día del soltero. Una coyuntura que ha querido aprovechar el comparador de seguros Acierto.com para analizar cómo afecta estar single o casado a la póliza del coche.

Los solteros pagan más por el seguro

Así, los datos del comparador son determinantes: los solteros pueden llegar a pagar hasta un 43% más por su seguro de coche que sus homólogos casados. Y no solo eso, sino que conducen automóviles peores.

La explicación es sencilla: “si bien el estado civil no es determinante, de cara a las aseguradoras un conductor soltero suele entrañar más riesgos que uno que está casado y tiene hijos. Se estima que el conductor que lleva a su familia será más prudente que aquel que viaja solo y no tiene responsabilidades”, comentan desde la plataforma. Asimismo, estamos hablando de personas habitualmente más jóvenes y con menos experiencia al volante que los casados –lo que se traduce en más riesgo para la aseguradora–.

La antigüedad de los vehículos, determinante

A esto hay que añadirle otro punto más: la antigüedad de los vehículos que conducen unos y otros. En concreto, las cifras indican que el número de solteros que conducen un coche de más de 15 años de antigüedad es un 20,5% superior que el de sus homólogos casados. Estos últimos conducen coches nuevos en un 10,3% más de los casos.

“Un soltero habitualmente tiene más dificultades para enfrentarse a pagos que en pareja se asumen juntos”, indican desde Acierto.com. “Esto hace que los solteros conduzcan coches más antiguos y, consecuentemente, con más riesgo de avería y de verse envueltos en un accidente de tráfico”. Además, los vehículos antiguos están dotados de menos sistemas de seguridad, lo que implicaría un desembolso mayor en caso de siniestros con daños personales.

Si analizamos los datos de forma pormenorizada, observamos que en el caso de los seguros de coche a terceros y a todo riesgo con franquicia, los solteros pagan un 33% más que los casados, porcentaje que se ve incrementado hasta el 43% para las pólizas a todo riesgo sin franquicia. De esta manera, de media, los solteros pagan un 34% más de seguro de automóvil que los casados.

Para acabar, este año tenemos que sumar otro punto más: el impuestazo al seguro que afectará en mayor medida al seguro del coche, que es obligatorio. En el caso de las familias pueden repartirse este importe entre los miembros de la pareja, mientras que un soltero deberá asumirlo solo.

Llegados a este punto, no obstante, cabe matizar que la Constitución niega la posibilidad de discriminar por estado civil o sexo. Aunque en la práctica la cosa cambia.

Más allá del seguro del coche: casi 8.000 euros menos a final de año

Más allá del seguro del coche, estar soltero también sale caro en otros aspectos. Entre otros, los solteros no solo no pueden beneficiarse de determinadas ventajas fiscales –como la tributación conjunta del IRPF y las bonificaciones en el impuesto de sucesiones en algunas comunidades– sino que pagan más por determinados servicios. Por no hablar de que el pago no se reparte, sino que debe asumirse solo.

Por ejemplo, se ven obligados a destinar un porcentaje mayor que los casados o emparejados a los paquetes vacacionales, a las habitaciones de hotel, al alquiler de la vivienda y sus consumos, e incluso a la comida del supermercado en algunos casos. Y es que aunque el precio es el mismo para todos los clientes, son muchos los envases que obligan a comprar de más. Con la comida a domicilio y los pedidos mínimos sucede igual. Tampoco pueden disfrutar de ofertas 2×1 en gimnasios o similares.

Fruto de todo lo anterior y según los cálculos, los singles acaban el año con un patrimonio personal de casi 8.000 euros menos que los casados en la misma situación económica. Y ligado a esto, son los que más préstamos solicitan y más estresados viven. Algo que también complica el hecho de asumir en solitario sus obligaciones familiares.

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