El 11 de agosto el secretario general Anders Fogh Rasmussen dijo que: “La OTAN tomaría todos los pasos necesarios para defender al miembro de la alianza, Turquía, si ese país fuera amenazado por los combatientes de Estado Islámico, quienes han logrado avances en los vecinos Irak y Siria”.
“Nosotros estamos muy preocupados por las actividades del así llamado Estado Islámico, el cual es una parva de terroristas, y es de extrema importancia detener su avance” dijo Rasmussen en una entrevista a Reuters.
Y agregó: “Si cualquiera de nuestros aliados, y en este caso por supuesto particularmente Turquía, fueran amenazados desde cualquier fuente de amenaza, nosotros no dudaríamos en tomar todos los pasos necesarios para asegurar la efectiva defensa de Turquía o de cualquier otro aliado”.
El año pasado, la OTAN envió baterías anti-misiles Patriot a Turquía para proteger a ese país de cualquier coletazo de la guerra civil siria, pero Rasmussen dijo que Ankara todavía no ha pedido a la alianza alguna ayuda de mayor envergadura, luego del avance de Estado Islámico. La alianza ha realizado consultas internas, a pedido de Turquía, “sobre la situación integral de la región”, dijo él.
Los Estados Unidos han comenzado una campaña de ataques aéreos y entregas de ayuda humanitaria en el norte de Irak, pero la OTAN no estaba considerando ninguna acción militar contra Estado Islámico, dijo Rasmussen.
El mandato de cinco años de Rasmussen como jefe de la OTAN finalizará a fines de septiembre, luego de una reunión cumbre de la OTAN en el país de Gales. Él será sucedido por el ex primer ministro noruego Jens Stoltenberg.
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