El mundo está cambiando a pasos agigantados y una nueva realidad dominada por la ciencia y la tecnología ya está siendo vislumbrada. Los nuevos avances tecnológicos están superando formas de entender y vivir la vida, de una manera nunca antes pensada.
Por ejemplo, en China un potentísimo láser podrá romper el vacío y crear materia. Los científicos van a ser una especie de Demiurgos que simulan la creación de partículas de materia y antimateria. Es el inicio de la fotónica nuclear.
Además, la fusión nuclear controlada que se está investigando en Francia y China abre nuevos horizontes en la producción de energía limpia ilimitada imitando al sol, pero con una temperatura muy superior a la de esta estrella de tipo medio. Se alcanzan 150 millones de grados con la fusión frente a los 15 millones de grados del astro rey. De esta forma, en unos segundos se logran crear grandes cantidades de energía.
Por otra parte, con dos chips en el cerebro ya se ha logrado que personas escriban con la mente. La escritura de una letra produce actividad neuronal que sirve para que, por ejemplo, sujetos con graves problemas de movilidad puedan escribir mentalmente. Esto abre un campo muy amplio de investigaciones en neurociencia y medicina. Y es el principio.
Si se piensa también en los ordenadores cuánticos, con una capacidad de procesamiento mucho mayor que la actual parece que el futuro cercano nos trae transformaciones que aumentarán la calidad de vida y las capacidades humana, hasta niveles casi increíbles.
La robótica y la informática y también la Inteligencia Artificial están avanzando de una forma muy rápida y lo que nos espera en los próximos años es también espectacular. Los relojes inteligentes ya son una muestra palpable de la miniaturización de los aparatos electrónicos y de las funcionalidades ya conseguidas.
El Internet de las cosas y la realidad aumentada, junto con la producción de objetos y órganos en 3D, es otra de las apasionantes realidades que llegarán en unos años o decenios. Las investigaciones sobre la reducción del envejecimiento celular están en una etapa de investigación que ya está dando resultados esperanzadores en animales de laboratorio y que son extrapolables a los seres humanos.
Las conexiones en 5G aumentan considerablemente la rapidez de procesamiento de las señales y esto va a causar en unos años un incremento exponencial de las descargas de películas en los móviles y en las tabletas y otros dispositivos electrónicos. Con el desarrollo de nuevas redes como la 6G y las siguientes las posibilidades de comunicación y de aprendizaje y adquisición de información aumentarán cada vez más.
En definitiva, estamos entrando en una nueva era virtual que ya está cambiando las mentes de muchas personas. Es la oportunidad para que los Gobiernos apuesten decididamente por un uso racional de la tecnología. De esta forma, se lograría que la existencia virtual o telemática a la que parecemos destinados, en una parte de las actividades vitales, sea la que nos ofrezca una realidad humanizada y que aumente el tiempo de ocio disponible para el placer y la creatividad de las personas.
Un mal uso de los avances tecnológicos solo sirve para empobrecer la vida y recargarla con más sacrificios e irracionalidades que perjudican a la inmensa mayoría. Y esta, en parte, parece ser la tendencia. Pero se puede modificar y usar la tecnología en nuestro beneficio.
La investigación y experimentación con la simulación con algunos muy potentes cerebros electrónicos ya está dando resultados muy prometedores. Pronto no serán distinguibles en su expresión hablada de personas de carne y hueso. Habrán superado el Test de Turing.
Y esto es solo el principio. Parece que nos encaminamos hacia una sociedad robotizada en numerosos aspectos, en la que predominará lo artificial en muchos órdenes de la vida. Se podrá consumir, de modo generalizado, carne artificial producida a partir de células animales. Algo ya conseguido experimentalmente. Habrá cada vez más implantes cerebrales en las personas que los necesiten, por distintas causas en el futuro.
La longevidad de los seres humanos está siendo cada vez mayor. Es algo de lo que alegrarse, como es lógico. Y esto se debe, en buena medida, a los progresos de la ciencia médica y de otras disciplinas.
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