El cáncer es una de las grandes lacras de nuestra sociedad. Miles de personas tienen que hacer frente a la enfermedad en todo el mundo y gracias a Dios la medicina avanza para intentar encontrar la sanación de los distintos tipos de cáncer.
Una de las secuelas más visibles de los tratamientos con quimioterapia es la caída del cabello. Para muchas mujeres que padecen cáncer y pierden el pelo el impacto de la enfermedad es aún mayor. Tal y como afirman las que han conseguido vencer a la enfermedad es como una especie de marca que golpea con dureza su debilitado ánimo.
Muchas de ellas recurren al uso de pelucas para disimular los efectos del cáncer o para no dejarse intimidar por sus consecuencias intentando normalizar su situación. Pero en muchos países las pelucas tienen precios muy restrictivos a los que no todos tienen acceso. Un ejemplo lo encontramos en Rumania.
Para concienciar sobre la situación de estas mujeres la Fundatia Renasterea en colaboración con la agencia de publicidad McCann Bucarest han lanzado una emotiva campaña (Brave Cut) que anima a las mujeres a que se corten el pelo y lo donen para poder ayudar a las que padecen cáncer y no pueden comprar una peluca.
Desde la agencia, tal y como recogen desde Adweek, en Rumania las mujeres son muy reacias a cortarse el pelo y esta campaña quiere acabar con esa idea. Razón por la que el mensaje para que se corten el pelo para donarlo e implantar una nueva moda.
Para ello han contado con la estilista Iona Zamfir que ha diseñado un peinado muy elegante: largo por uno de los lados y completamente corto por el otro. Todo el pelo se destinará a la fabricación de pelucas para ayudar a todas las mujeres rumanas que no puedan permitirse la compra de una peluca y ayudarles a seguir teniendo fuerzas para luchar contra el cáncer.
Para los enfermos terminales de cáncer, “Los cuidados paliativos constituyen una forma privilegiada de la caridad desinteresada. Por esta razón deben ser alentados”, afirma el Catecismo de la Iglesia Católica.
Los comentarios están cerrados.