Estados Unidos impuso nuevas sanciones para firmas energéticas, de defensa y bancos rusos, una medida del gobierno de Barack Obama para acabar con la insurgencia en el este de Ucrania, la que es respaldada supuestamente por Moscú.
Las sanciones amplían significativamente las penalidades anteriores impuestas por EE.UU., que se limitaban a personas y empresas rusas; pero no cortan a sectores económicos clave rusos, un paso que autoridades estadounidenses dicen mantienen en reserva en caso que Moscú lance una invasión a gran escala de Ucrania.
“Lo que esperamos es que los dirigentes rusos se den cuenta que sus acciones tienen consecuencias en Ucrania, incluyendo una economía rusa debilitada y cada vez más aislamiento diplomático”, dijo el presidente Barack Obama al anunciar las sanciones en la Casa Blanca.
El Departamento del Tesoro informó que las sanciones se extienden al Banco de Desarrollo de Asuntos Económicos Exteriores, a Gazprombank, el brazo financiero de Gazprom; la petrolera Rosneft y la Joint Stock Company Militar-Industrial Corp., entre otros.
El anuncio llegó tras una reunión entre líderes europeos y estadounidenses en Bruselas para discutir las medidas destinadas a aliviar las tensiones en la frontera entre Rusia y Ucrania.
Algunos líderes europeos se han mostrado cautelosos de profundizar sanciones a Moscú por temor a que sus economías puedan sufrir, dados los profundos lazos comerciales con Rusia.
En los últimos días, funcionarios de la administración Obama han estado presionando a sus homólogos europeos para seguir adelante y la advertencia de que podrían tomar medidas unilaterales si la UE continuaba indecisa.
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