España: Pactos poselectorales

España: Pactos poselectorales

Ante los probables resultados de las elecciones generales del 20D está claro que el PP maneja varios escenarios posibles de cara a cerrar un  pacto de gobernabilidad. Uno de ellos pasa por abrirse a pactar con el PSOE, pero sin Pedro Sánchez. Aunque considero que es un planteamiento demasiado especulativo y arriesgado, porque no creo que  sea fácil que Susana Díaz se convierta en la alternativa, sustituyendo a Sánchez  al frente de la formación socialista.

En cambio el pacto entre Podemos y el PSOE  parece, a priori,  el más factible y probable. Aunque también existen otras posibles combinaciones tripartitas que son más complicadas. En cualquier caso, lo que se puede pensar es que las primeras semanas después de este día clave van a ser apasionantes para los ciudadanos. Ya que, previsiblemente, asistiremos a negociaciones entre los cuatro o cinco partidos con mayor número de escaños. Incluso Izquierda Unida en función de los votos que logre puede, quizás, actuar de bisagra para posibles acuerdos. Si bien dudo que logre unos resultados que la conviertan en una fuerza política determinante de cara a un posible pacto de gobierno.

En el ámbito de las negociaciones políticas para formar gobierno no se sabe muy bien, a pesar de lo que se está asegurando en la campaña electoral, lo que va a suceder. Porque los posibles cambios de estrategia dificultan una previsión acertada.

Y en política lo que hoy parece imposible en unos días puede pasar a la categoría de algo realizable. Y si no lo creemos, podemos analizar lo que está pasando con la CUP, porque ya  plantea dos opciones para investir a Mas como presidente. Ejemplo claro de como las cosas pueden cambiar en semanas o meses de un modo radical.

Las tensiones que se pueden producir como consecuencia de las negociaciones poselectorales no son algo sin importancia, ya que pueden enrarecer el ambiente político. Esperemos que no se tarde demasiado tiempo en llegar a un pacto sensato de gobernabilidad que empiece la transformación del país en un auténtico estado del bienestar, en todo el sentido de la expresión.

Con decisiones políticas que busquen de verdad, y de modo profundo una mayor igualdad, y propicien la justicia social. Si no sucede esto, España puede verse abocada a la inestabilidad política.

El papel de Ciudadanos no parece muy claro. Porque, por una parte, aspira a ser el partido más votado, pero a la vez no quiere pactar con Rajoy, si no supera en número de votos al PP, y se conforma con la posibilidad de lograr acuerdos políticos puntuales. Y esto se puede entender como un mensaje que insiste en que salen a ganar al partido en el gobierno, pero no deja muy claro lo que va a hacer Albert Rivera si no gana las elecciones.

Las cábalas y especulaciones sobre lo que puede suceder a partir del 20D son innumerables, y un cierto nivel de incertidumbre es inevitable. Esperemos que no se tarde mucho en despejar las incógnitas.

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