En su primer año de gestión el Presidente Horacio Cartes no ha logrado implementar una reforma radical para aumentar la efectividad, resultados y sobre todo establecer una estrategia nacional para la política exterior del Paraguay. En este contexto la Cancillería Nacional sigue a la deriva así como hemos visto en los últimos 24 años de democracia paraguaya: el nepotismo, la pobre participación del talento humano que tendría que representar a los 17 departamentos del país, la falta de visión de sus funcionarios, reinan en esta cartera del Estado.
Desde agosto de 2013, el Canciller Nacional no ha podido avanzar en el desarrollo de una hoja de ruta que defienda los intereses patrios en el MERCOSUR y también en los nuevos escenarios en el contexto global. En vez de dedicar más tiempo a sus funciones como jefe de la Diplomacia Paraguaya, Eladio Loizaga le dedicó bastante tiempo a la preservación del nepotismo en la cartera que él dirige, transformando la Cancillería Nacional en el centro del nepotismo en el Ejecutivo Paraguayo. Cada día se aumentan las denuncias ciudadanas sobre el clan Loizaga en la cabeza de la Cancillería Nacional.
La ciudadanía paraguaya y la mayoría de los jóvenes en nivel nacional, no tienen oportunidades para acceder a los cargos públicos por falta de transparencia, concursos en base de méritos; y el Ministro Loizaga carece de la voluntad de abrir el servicio exterior para todos los jóvenes profesionales. En este contexto el Ministro Loizaga ha ubicado sus parientes en los cargos claves del ministerio y comenzando específicamente con el Vicecanciller, Federico González Franco, que es el primo hermano de la esposa del ministro; el Sr. Carlos Ruckelshaussen Villarejo, secretario privado de Eladio Loizaga, es primo de este último; el Sr. Ricardo Leopoldo Brugada Loizaga, otro primo hermano del canciller Eladio Loizaga, ocupa el cargo de ministro en el Consulado de Curitiba (Brasil).
La Cancillería Nacional no ha podido entender las aspiraciones en la política exterior y los planes expuestos por el Presidente Cartes en sus conversaciones con el público. Dicha cartera no ha iniciado ninguna tarea que beneficie directamente a la economía nacional y carece de una política bien estructurada para promover una nueva generación de diplomáticos y forjar el talento humano en nivel nacional. Además, el pasado mes de mayo decidió cerrar la única agregaduría comercial del Paraguay en Miami, Estados Unidos.
Para Asunción, las relaciones entre la globalización, política exterior del Paraguay, el desarrollo económico nacional y la defensa del desarrollo industrial del Paraguay en el MERCOSUR, plantean dilemas graves. Ahora llegó la hora de tener un Paraguay más energético, con una política exterior caracterizada por la determinación hacia el desarrollo económico y social, sobre todo encarar los desafíos y liderar reformas tan necesarias en el MERCOSUR. En un mundo globalizado, la identidad y la dimensión endógena de los espacios nacionales y regionales deben disolverse en el océano del mercado globalizado. El Presidente Cartes tiene que estrechar los vínculos y el diálogo estratégico con Colombia, con el objetivo de firmar un Tratado de Libre Comercio en los fines de su segundo año de gestión; forjar los vínculos con la Alianza del Pacifico y abrir el camino para una zona franca en el territorio peruano y al mismo tiempo enviar un embajador en La Paz y dinamizar el diálogo político con la administración del Presidente Evo Morales.
Asunción tiene que hacer todos los esfuerzos para integrar la Comunidad Andina como su quinto país miembro. Una comisión de cooperación técnica entre México y Paraguay es de gran importancia para las economías de ambos países. Otro eje estratégico que sigue siendo inexistente en la agenda del Presidente Cartes, es el dialogo con los países del Sudeste Asiático, Indonesia, Vietnam, Malasia, Filipinas y Tailandia, con el objetivo de explorar las ventajas comerciales, proyectos en pequeñas y medianas empresas (PYMES), la implementación de la Alianza Publico-Privada, las facilidades aduaneras, zonas francas y mantener contactos permanentes con sus homólogos de dicha región.
Por último, el jefe del ejecutivo paraguayo tendría que tomar las riendas de la diplomacia paraguaya y dar prioridad a estos dos ejes principales en el trascurso de su mandato: proponer una candidatura del Paraguay para el cargo del Secretario General de la OEA en las próximas elecciones de este organismo hemisférico; proponer la candidatura del Paraguay como miembro non-permanente del Consejo de Seguridad de la ONU (Asunción fue por primera vez miembro de este organismo en 1968-1969) en las próximas elecciones del 2015 y hacer todo lo posible por asegurar el apoyo necesario para la membresía del Paraguay en el Consejo Económico Social de las Naciones Unidas, en el 2016, teniendo en cuenta que el mandato de Bolivia vence en diciembre de 2015.
Fuente de la foto: Presidencia de la Republica del Paraguay
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