El Servicio de Seguridad de Suecia, también conocido como SAPO, ha acusado a un tercio del plantel diplomático ruso, estacionado en Suecia, de ser espías.
Wilhelm Unge, el analista en jefe de SAPO, les dijo el miércoles a los reporteros suecos en el cuartel central de la agencia de inteligencia de Suecia, que los funcionarios de la inteligencia rusa “tienen un alto nivel educacional y a menudo son más jóvenes que en la era soviética. Ellos están motivados, orientados a los objetivos y son socialmente competentes”.
Unge aseveró que había cientos de funcionarios de inteligencia rusos en toda Europa y Occidente. “Ellos violan nuestro territorio todos los días…Lo notable es que cerca de un tercio del personal diplomático no son en realidad diplomáticos, sino funcionarios de inteligencia” dijo él.
Él aseveró además que los funcionarios de inteligencia rusos estaban basados principalmente en tres localidades en Suecia: la embajada rusa en Estocolmo, el consulado general en Goteburgo y la representación comercial en Lidingo, una isla en el archipiélago interior de Estocolmo.
La embajada rusa en Estocolmo declinó comentar estas aseveraciones, cuando fue contactada al respecto. El Servicio Secreto Sueco emitió el miércoles su informe del 2014 sobre contra-terrorismo y espionaje, en el cual describió a China, el Irán y a Rusia como la “más grande amenaza de inteligencia contra Suecia”.
En octubre del año pasado Suecia acusó a Rusia de tener un submarino bajo aguas territoriales suecas. El portavoz del ministro de Defensa ruso, Igor Konashenkov, más tarde acusó al gobierno sueco de avivar las tensiones en la región del mar Báltico.
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