La Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños 2021 en México resultó ser un buen caldo de cultivo para evidenciar la vulnerabilidad de las democracias en América Latina, donde varios mandatarios han encontrado la forma de escudar sus excesos.
Los rostros y las voces en los gobiernos latinoamericanos empiezan a diversificarse, sobre todo cuando varios países siguen enfrentando la dureza de gobiernos disfrazados de repúblicas que sin el menor disimulo hoy aplican las políticas de la represión, la persecución de opositores, el resquebrajamiento de la libertad de expresión y la violación a los derechos humanos en sus pueblos.
Hasta esta cumbre, donde el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se sintió como el gran anfitrión, llegaron las otras voces, primero la de mandatarios de Uruguay y Paraguay que fueron contundentes en sus posturas.
Luego se hicieron presentes las cascadas de críticas y comentarios que a través de redes sociales bombardearon la anuencia del mandatario mexicano para dar su respaldo a gobiernos latinoamericanos que se siguen viendo como dictaduras que se niegan a soltar el poder: Cuba y Venezuela.
El ausente en el club de las izquierdas latinoamericanas fue Alberto Fernández, Presidente de Argentina, quien eligió no dejarle encargada la Presidencia a Cristina Fernández, quien en días pasados le aplicó golpazo al empujar las renuncias masivas en el gobierno argentino.
La CELAC evidenció la fragilidad de la unidad en una América Latina donde cada vez hay más cuestionamientos y críticas hacia esos gobiernos de izquierda que no han logrado reivindicar lo que originalmente ofrecieron para sus naciones.
El Presidente Cubano Miguel Díaz Canel eligió ignorar críticas y decir que en Cuba todo está bien. En tanto Nicolás Maduro con su estilo de confrontación desafió los cuestionamientos.
La polémica la desataron los mandatarios de Uruguay y Paraguay quienes se plantaron con seriedad a señalar las incongruencias de esos gobierno simuladores.
El Presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez desconoció el gobierno de Maduro.
En tanto, el Presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou fue contundente al señalar los destinos y excesos del gobierno cubano:
“En determinados países no hay una democracia plena, no se respeta la separación de poderes, desde el poder se usa el aparato represor para callar protestas y encarcelar opositores, no se respetan los derechos humanos (…), debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.
El Presidente AMLO de México propuso retirar el bloqueo económico a Venezuela y Cuba, así como la creación de una organización similar a la Unión Económica Europea.
Sin embargo, queda claro que para fortalecer a organismos como la CELAC hace falta tener verdaderas democracias en América Latina donde las problemáticas de pobreza, salud, violencia no se sigan ignorando con adoctrinamiento político y persecución a opositores.
Los comentarios están cerrados.