Las elecciones del PSOE son una gran ocasión para abrir una nueva etapa política.Y la moción de censura ya presentada oficialmente por Unidos Podemos puede verse reforzada, considerablemente, si gana Pedro Sánchez, al menos, en teoría.
Los candidatos a la Secretaría General del partido socialista apuestan cada uno por una formación con una línea política diferente. Me parece correcta la afirmación de Sánchez de que el partido debe dejar de ser una formación de notables, que fueron precisamente los que le forzaron a dejar la dirección.
En este sentido, el libro de Borrell, un político de gran nivel, es clarificador. No extraña en absoluto que se titule Los Idus de Octubre, porque de hecho lo fueron, aunque con un asesinato político. La operación de acoso y derribo fue vergonzosa y no tiene nombre. El derrocamiento destrozó cualquier consideración ética.
De todos modos y, gane quien gane, debe imperar la sensatez y la colaboración en la dirección socialista buscando la mayor integración posible. Los 187.949 militantes tienen la palabra. El voto será secreto para evitar presiones.
Cabe decir también que el resurgimiento político de Sánchez ha sido prodigioso, espectacular e increíble. Lo que significa, sin duda, que se ha ganado el apoyo de una parte muy considerable de los militantes. A pesar de perder votos en las pasadas elecciones generales.
Porque una parte de la militancia socialista cree que es hora de cambiar el modelo de un partido que no quiere buscar el acuerdo con la otra gran formación de izquierda para buscar una alternativa al gobierno conservador y a la corrupción.
Estoy convencido de que los militantes del PSOE tendrían que tener una fuerza y participación mayor en las decisiones y estrategias políticas de su partido. Algo, si se quiere, parecido a los círculos de Podemos. Esa es la vía para un refuerzo de los canales efectivos de participación democrática de los ciudadanos.
Si gana Susana Díaz creo que se habrá perdido, de momento, una oportunidad histórica para cambiar las formas de hacer política en nuestro país. Ante los graves problemas económicos de millones de compatriotas urge aprobar medidas urgentes como una renta universal básica para todos los ciudadanos que la necesiten. Y me parece que, si vence Sánchez, es más probable que se pueda lograr.
Además, la presión al gobierno de Rajoy sería mayor y más efectiva con la finalidad de mejorar la situación de los más desfavorecidos y reducir más rápidamente la desigualdad económica existente actualmente, ya que es uno de los lastres que imposibilitan el bienestar de muchos españoles que viven, prácticamente, en la pobreza. Aunque suene muy duro decirlo. El paro, la precariedad laboral, los contratos basura, y la injusticia social deben ser solucionados con políticas sociales activas que protejan a todos los que las precisen y que no sean parches parciales e insuficientes.
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