La presidente liberiana, Ellen Johnson Sirleaf, pidió el domingo a las comunidades internacionales que se unan al país en su pelea contra la enfermedad del virus de Ébola.
“Esta es una pelea en la cual el mundo entero tiene interés, esta enfermedad no respeta fronteras y el daño que está causando en África Occidental, ya sea en salud pública, la economía o dentro de las comunidades, está ya teniendo repercusiones en toda la región y en todo el mundo” dijo la líder liberiana en una carta abierta emitida en Monrovia, la ciudad capital de la nación.
Ella previno que el Ébola se ha arraigado en tres frágiles estados: Liberia, Sierra Leone y Guinea, haciendo notar que es el deber de todos mandar el mensaje de que ellos no van a dejar a millones de africanos occidentales valiéndose por sí solos contra un enemigo que ellos no conocen, y contra el cual ellos tienen pocas defensas.
“El momento de hablar o emitir teorías se acabó. Sólo una acción concertada salvará a mi país, y a nuestros vecinos, de sufrir otra tragedia nacional” urgió la presidente. Ella indicó que inicialmente la reacción internacional a la crisis fue inconsistente y no había una dirección clara y con sentido de urgencia. Pero agregó que ahora el mundo se había despertado.
“La comunidad de naciones se ha dado cuenta de que ellos no pueden simplemente levantar el puente levadizo y ocultar la situación” dijo ella. La presidente Sirleaf reiteró que la lucha contra la enfermedad del virus de Ébola requiere un compromiso de cada nación que tenga la capacidad de ayudar – ya sea con fondos de emergencia, suministros médicos o experiencia clínica.
Hablando de la devastación que la enfermedad del virus de Ébola ha causado particularmente en Liberia tan solo en seis meses, la presidente dijo que la enfermedad del virus ha llevado al país a una parálisis. “El virus ha sido capaz de propagarse tan rápido, a causa de la insuficiente capacidad de los servicios de emergencia, médicos y militares, que siguen con una gran falta de recursos y sin la preparación para confrontar tal desafío” dijo ella.
La presidente liberiana indicó que más de 2.000 liberianos han muerto, incluyendo trabajadores de la salud, que arriesgaron sus vidas para salvar a otros.
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