La Organización estadounidense por el Trato Ético de los Animales, PETA, es la mayor entidad a nivel mundial que lucha por los derechos de los animales.
Para promover su actividad en favor de éstos ha pedido a la agencia Young & Rubicam Shanghai una campaña de publicidad que ponga en evidencia los maltratos que sufren en los circos.
Design Taxi nos muestra el resultado de la acción publicitaria, una impactante campaña que expresa el dolor y castigo que padecen estos animales para aprender y realizar trucos en las actuaciones.
En todos los carteles la organización recuerda a los asistentes que cada vez que pagan por visitar alguna de estas actuaciones están contribuyendo al maltrato de los animales. “Tú puedes parar esta crueldad no pagando para ver el circo en general”, cierran los anuncios de la organización:
Por otra parte, la organización protectora de animales PETA no tiene ningún miedo a los desnudos ni a la provocación. Sin embargo, parece que en su último “spot”, donde PETA comunica las bondades de una dieta libre de alimentos de origen animal, a la ONG se ha pasado con esta campaña publicitaria con sexo explícito. Tanto que el anuncio, de 30 segundos de duración ha sido rechazado por la CBS.
Con este “spot”, que lleva por lema “Last Longer. Go Vegan”, PETA trata de conseguir adeptos vegetarianos poniendo sobre la mesa un dato científico: más de la mitad de los hombres de entre 40 y 70 años sufren disfunción eréctil por culpa de los elevados niveles de colesterol presentes en la carne, los huevos y los derivados lácteos.
La utilización del sexo en el ámbito publicitario no es otra cosa sino dar al cuerpo una estimación propagandística, frente a la valoración de su dignidad que se traduce en una significación trascendente. Además, cuando se maneja como pretexto para reconducir psicológicamente a la persona hacia una determinada opción ideológica, se está haciendo caer al consumidor en la sucia trampa de la pornografía. Movilizar la voluntad del destinatario pasando por el filtro del sexo, resulta condenable éticamente y una falta de respeto hacia la persona humana.
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