En este libro de Judith Butler publicado por la editorial Herder en 2016 se agrupan un conjunto de ensayos filosóficos. Han sido escritos a lo largo de dos décadas, y tratan sobre las diversas funciones de las pasiones y los sentimientos en la formación del sujeto y la identidad personal desde diferentes perspectivas filosóficas. Las reflexiones de Butler versan sobre aspectos que han elaborado en sus obras diversos filósofos como Hegel, Spinoza, Descartes, Merleau-Ponty, etc. Indudablemente, se puede pensar también en las obras de Michel Foucault y en sus profundos análisis sobre la naturaleza del poder y del sujeto. Ya que es cierto que el marco histórico del poder influye de modo decisivo en la estructuración de la subjetividad individual. Porque es verdad que la presión de la sociedad influye en las pasiones humanas a través de patrones de socialización que ya están determinados culturalmente de modo previo. Aunque puedan ser objeto de crítica y discusión.
La dualidad de cada yo que se ve afectado por los poderes sociales y por las impresiones sensibles no es tal, porque al actuar se está también modificando el mundo social. Por tanto, se puede decir que, de un modo sutil, existe una interacción entre cada yo y los otros que va cambiando y reestructurando el ambiente social. Y también es indudable que las relaciones éticas se fundamentan también en el cuerpo, ya que somos seres corpóreos con una interacción psicofísica constante y continua. El supuesto dualismo representado por la mente y el cerebro es algo ya superado por la neurociencia contemporánea y la filosofía de la ciencia.
En este libro de Judith Butler nacida en 1956 en Estados Unidos se observa el brillante trabajo realizado por esta filósofa sobre las emociones y sentimientos del sujeto. Su posestructuralismo se nota en su producción escrita y en sus reflexiones. Se pueden citar otros pensadores posestructuralista importantes: Deleuze, Derrida, Agamben, Lyotard, Baudrillard, etc. Sus escritos sobre feminismo, derechos humanos, filosofía política, son de primer nivel. Ha dado a la imprenta más de veinte libros y recibido numerosos premios y distinciones que poseen un elevado prestigio internacional.
En uno de los ensayos de este libro titulado Merleau-Ponty y el tacto de Malebranche esta filósofa se extiende en consideraciones muy acertadas acerca de la naturaleza de la conciencia humana y también en aspectos relacionados con las características de los diferentes tipos de percepción, de las impresiones y también en la descripción fenomenológica de nuestra naturaleza corpórea. Butler escribe al respecto lo siguiente: «La recepción inglesa de la fenomenología del cuerpo de Merleau-Ponty se centra sobre dos textos: Fenomenología de la percepción y el póstumo Lo visible y lo invisible.
En el primero se interroga por el cuerpo como un lugar de movilidad y espacialidad, argumentando que estos modos de relación con el mundo, fundamentalmente corporales, delimitan y estructuran la intencionalidad de la conciencia». También es cierto que en el último escrito de Merleau-Ponty se nota claramente que este pensador francés prefiere dar un mayor protagonismo al concepto de carne, entendido como tactilidad, en comparación con lo que representaba la intencionalidad de la conciencia o de la mente. En otros de los ensayos de este libro se abordan otras cuestiones filosóficas en torno al sujeto y a la vida que son también de gran calado e interés filosófico para los lectores.
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