Liza Minnelli (derecha en la imagen), la intérprete de la mítica película “Cabaret” ingresa en una clínica de desintoxicación. Ha vuelto a caer en su adicción a las drogas y al alcohol.
Por otra parte la malograda cantante Amy Winehouse, de 27 años, que falleció en su domicilio londinense en Camden, en el norte de la ciudad. Acababa de terminar el enésimo tratamiento por su adicción a las drogas y el alcohol. La cantante Lilly Allen, a través de Twitter, afirmaba; “Es más que triste, no hay nada más que decir, era un alma perdida, descanse en paz”. Su último concierto en Belgrado, durante hora y media hizo lo que pudo ya que estaba totalmente ebria. La patética actuación puso fin a su periplo musical.
Según la Encuesta Sobre Alcohol y Drogas, situada dentro del Plan Nacional sobre Drogas, el 3,4% de los que dilapidan bebidas etílicas calificadas de gran riesgo. En cuanto a consumidores abusivos, Irlanda es el país con mayor número de derrochadores inmoderados y Bulgaria el del menor número.
Con la intención de mejorar las actitudes, con respecto al consumo de las bebidas alcohólicas, la Federación de Bebidas Espirituosas, ha realizado una campaña que se ha propagado por el medio televisivo. Esta campaña se une a otras iniciativas del mundo de los néctares espirituosos para el consumo responsable.
Con los eslóganes; “bebe con moderación, es tu responsabilidad” y “disfruta de un consumo responsable”, se ha intentado vigorizar las conductas y sugerir la exigencia individual en la dilapidación de bebidas alcohólicas. Estos eslóganes difunden, de forma clara, concisa y simple, el mensaje de que sólo se logra el goce de las bebidas alcohólicas a través de un consumo responsable. El usuario se caracteriza por un consumo etílico social y ejecutado en el albergue turístico, en el que se acumula el 82% del consumo. Este tipo de derroche alcohólico, que tiene un enfoque lúdico, se le llama patrón nórdico, identificado por una ingesta de néctares etílicos más esporádica, pero mucho más compulsiva.
Las bebidas espirituosas son el ataque más grave que sufre la sociedad actual. Un ataque cuyas consecuencias alcanzan a todos los estamentos pero del que son especialmente víctimas los jóvenes, nuestro caudal más valioso.
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