IBM y Apple, los dos gigantes de la informática, han llegado a un acuerdo que hicieron público el pasado 15 de julio, para potenciar el uso empresarial de los dispositivos móviles. Un acuerdo que, en palabras de Tim Cook, CEO de Apple, “es un paso radical para la industria y algo que sólo Apple e IBM pueden ofrecer”.
“La movilidad, combinada con el fenómeno de la nube y los datos, está transformando los negocios y nuestra industria en modo histórico, permitiendo que las personas re-imaginen sus ocupaciones, su sector y sus profesiones”, dijo Ginni Rometty, presidente y CEO de IBM.
Las compañías colaborarán para desarrollar la suite empresarial MobileFirst de IBM, aplicaciones empresariales y servicios en la nube, así como ventas conjuntas (IBM distribuirá iPhone y iPad a clientes empresariales) y servicios conjuntos a los usuarios (desde el centro de soporte de Apple y utilizando los equipos de campo de IBM).
El acuerdo se basa en la unión de capacidades complementarias: la de IBM para desarrollar y distribuir aplicaciones empresariales y servicios en la nube, y la de Apple para enamorar a los usuarios y convertir sus dispositivos móviles en objetos de deseo. Sin embargo, dista mucho de ser evidente cómo encajar estas piezas.
Por un lado la complementariedad está basada en dos enfoques distintos: el empresarial “serio” de IBM y el “rebelde” de Apple. Una buena alianza, además de capacidades complementarias, debe aportar puntos de vista comunes sobre los que construir, y aquí no está tan claro cuáles son esos puntos comunes, culturales o tecnológicos.
Por otro lado, en las empresas Apple ya cuenta con muchos usuarios, pero la mayor parte usa el dispositivo para tareas personales y, por supuesto, para leer el correo. Un directivo de una multinacional española me reconocía personalmente, hace unos meses, que “este aparato es precioso y funciona muy bien, pero una herramienta de trabajo aún no es” – se refería a su iPhone. Puede ser una opinión, pero no deja de ser una opinión contra la que la alianza tendrá que luchar en el campo.
Por otro lado, ¿qué está haciendo la competencia? La empresa que ya revolucionó la movilidad empresarial una vez, Blackberry, sigue sin encontrar rumbo y coincidiendo con este anuncio sus acciones cayeron casi un 10% en bolsa; lo cierto es que, contando con buenos dispositivos, ha dejado de ser una opción mayoritaria y sus teléfonos no son omnipresentes en las mesas de reuniones. Por otro lado, Microsoft sigue luchando en todos los frentes, desde la nube con Azure hasta las aplicaciones empresariales y la movilidad con Windows Phone; veremos si tienen energía y capacidad para ganar en todos, o en algunos. Y por último, veremos los movimientos que pueda hacer Google con su Android, sus Google Apps y su Google Cloud Platform entrando en el mundo empresarial.
Para más información acerca del acuerdo, puede visitar la nota de prensa emitida por Apple y la equivalente en IBM.
Los comentarios están cerrados.