Después de las elecciones parece que los líderes de los cuatro partidos con más votos se han expresado de un modo claro. En lo relativo a la votación de investidura el no del PSOE parece inamovible. Aunque esto puede suponer que se tengan que celebrar nuevas elecciones. Y si al final ante la supuesta inestabilidad de un gobierno del PP en funciones, Pedro Sánchez acepta, a cambio de fuertes condiciones, dar su apoyo pasivo a través de la abstención a la investidura en segunda vuelta de Rajoy, creo que sería algo que debilitaría a su partido ante sus votantes, y no sería bueno tampoco para los ciudadanos.
Ciertamente, en el PSOE existen enfoques diferentes en la dirección del partido. Por una parte, el secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno Pedro Sánchez ha dicho al saberse los resultados que, aunque dejaría que intentara formar gobierno Rajoy, por ser el partido que ha logrado más votos, él también lo intentaría, si el actual presidente en funciones no lo consigue. Me parece racional este planteamiento.
En cambio, la Presidenta del Consejo de Política Federal del PSOE Susana Díaz afirma que el papel del PSOE es ser oposición, y rechaza cualquier pacto con Podemos. En lo relacionado con la unidad de España la situación, ya es lo suficientemente grave y preocupante, y no hace falta esgrimirla como motivo para no pactar, porque, en todo caso parece partidaria de no buscar pactos, aunque Podemos no sostuviera lo del referéndum en Cataluña.
Los ciudadanos considero que no votaron en su inmensa mayoría al partido socialista para que esté en la oposición. Dieron sus votos para que ganara las elecciones, o para que formara un pacto, si fuese posible, y pudiera gobernar. Y se produjera un cambio político sustancial.
Considero que Pedro Sánchez es el que tiene que imponer sus propios planteamientos y demostrar su peso en el partido, y no estar condicionado por presiones. El candidato a la Moncloa es él. En todo caso, la militancia de su partido supongo que podría pronunciarse al respecto para pulsar la opinión mayoritaria sobre si es mejor pactar o no.
Considero que lo más idóneo sería que se convocaran, dentro de unos meses, nuevas elecciones para intentar clarificar la situación de gobernabilidad. Ya que los pactos de investidura y gobernabilidad parece que son muy complicados, por la fragmentación en el reparto de votos de los cuatro partidos con más votantes.
Mientras tanto, un gobierno en funciones, me parece más lógico que ceder para que gobierne en minoría el PP, con el simple apoyo en la investidura al actual presidente, pero sin un pacto o acuerdo de gobernabilidad.
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