Por Carolina Contreras
Las aeronaves de fuerzas rivales cumplieron misiones de guerra en los cielos sobre el desierto de Atacama, al norte de Chile, a lo largo de 11 días este mes, sin se que lanzara ni un solo disparo.
Las batallas parecían dramáticas, pero no eran reales. Tuvieron lugar en el marco del Ejercicio Salitre 2014, un programa de entrenamiento organizado por la Fuerza Aérea de Chile (FACH) que se llevó a cabo del 6 al 17 de octubre en la Base Aérea Cerro Moreno en Antofagasta, a unos 1.400 km de Santiago. Cerca de 800 efectivos militares, incluyendo tripulantes y personal técnico de las fuerzas aéreas de Chile, Argentina (FAA), Uruguay (FAU), Brasil (FAB) y Estados Unidos (USAF) participaron en el programa. El objetivo: promover la cooperación y la interoperatividad entre las naciones aliadas.
“[Buscamos] entrenarnos de mejor forma, en un ambiente de coalición con los estándares internacionales que exige Naciones Unidas, para responder en forma eficiente en caso de ser requeridos”, sostuvo el General de Aviación Maximiliano Larraechea, Director de Salitre 2014.
Diversidad de aeronaves
El ejercicio movilizó una gran variedad de aeronaves de combate, de las cuales 35 surcaron los cielos. Por ejemplo, Argentina usó naves MDD A-4 AR Fighting Hawk, en tanto que Brasil participó del entrenamiento con aviones de combate F-5EM y un KC 130 Hercules . Por su parte, las fuerzas chilenas utilizaron aviones de combate F-16AM/BM, F-16/ y F-5E, entre otros. La USAF utilizó aviones de combate F-16C y un KC-135 Stratotanker.
También participaron del entrenamiento 29 efectivos de la Fuerza Aérea uruguaya, con tres aeronaves A-37B Dragonfly. “El intercambio de conocimientos es vital en estas instancias donde el propósito es participar y aprender”, expresó el Mayor Julio Bardesio, integrante de la delegación uruguaya.
Las fuerzas aéreas cumplieron conjuntamente con las misiones, como miembros de una coalición. Volaron sobre un panorama desértico, en una región donde las temperaturas oscilaban de 0 a 40 grados Celsius, y también llevaron a cabo misiones como el reabastecimiento de combustible en vuelo sobre las montañas y sobre el mar. .
“En este tipo de ejercicios es necesario adecuarse a procedimientos OTAN, que son bastante estrictos en la ejecución, conducción, formato y temas de comunicación. Además, todas las acciones se ejecutan en inglés”, explicó Larraechea.
Observación de los operativos de la fuerza aérea en tiempo real
Quienes participaron en el entrenamiento pudieron seguir los resultados de las misiones diariamente en tiempo real, gracias a Shot Validation Cell, un programa de manejo de información que recopila datos de misiones y vuelos. Los comandantes de las fuerzas aéreas usaron datos de este programa para ayudar a evaluar las misiones, y los resultados también fueron monitoreados por miembros de las fuerzas aéreas de Colombia, México, Canadá, Alemania y Australia, que asistieron a Salitre 2014 como observadores.
“En Europa integramos una organización común que realiza ejercicios aéreos con cierta frecuencia y nuestros pilotos tienen una participación activa”, comentó el Coronel Wolfgang Schad de la Fuerza Aérea Alemana.
El entrenamiento brindado por el ejercicio Salitre 2014 creó una oportunidad para que las fuerzas aéreas participantes pusieran a prueba sus capacidades, además de promover la camaradería y cooperación entre los participantes de las distintas ramas aéreas.
“Lo más importante de este ejercicio ha sido el nivel de amistad entre las fuerzas aéreas participantes y particularmente con la Fuerza Aérea de Chile por la similitud en nuestra manera de operar”, señaló el Vicecomandante de la Guardia Aérea Nacional de Texas (USAF), Teniente General Joseph Lengyel.
Sudamérica es también sede de otros dos programas similares, el ejercicio CRUZEX, realizado en Brasil, y el ejercicio CEIBO, en Argentina.
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